Un grupo de inversores europeos que gestionan activos valorados en 1,3 billones de dólares están presionando a los principales auditores para que tomen medidas urgentes sobre los riesgos relacionados con el clima. Advierten de que si no lo hacen, esos riesgos podrían hacer más daño que la crisis financiera.
Los argumentos a favor de una auditoría más rigurosa se han visto reforzados por las declaraciones de los reguladores y de los organismos de control de contabilidad en las que destacan los riesgos potencialmente sistémicos que podría plantear el cambio climático.
Ese grupo de inversores ha enviado una carta a las llamadas Big Four -EY, Deloitte, KPMG y PwC-, en que manifestaron su preocupación por el hecho de que el cambio climático haya sido "ignorado" en la contabilidad y las auditorías.
La carta la mandaron en enero pero se conoce ahora y han decidido publicarla porque se preparan para ampliar su campaña y su presión. Entre otras cosas van a escribir directamente a los comités de auditoría de las principales empresa de petróleo y de gas.
Dicen que es importante que los auditores se pongan al frente y den la voz de alarma cuando los ejecutivos no reflejen las pérdidas o las responsabilidades en este tema.
Un portavoz de Deloitte ha señalado a la agencia Reuters que reconocen que el cambio climático supone un riesgo significativo para los clientes y por ello este año han formado a todos sus auditores sobre cómo tenerlo en cuenta.
Las empresas deben ser transparentes respecto a cómo el cambio climático ya está afectando a sus negocios y explicar qué medidas se están tomando sobre las posibles implicaciones a largo plazo en sus estados financieros.
Por cierto que este jueves, el Parlamento Europeo ha declarado la emergencia climática en Europa.