La banca acaba de aprobar su nuevo convenio colectivo y entre su enjambre de artículos se hace mención a la inteligencia artificial. Precisamente, se trata de proteger a los trabajadores de esta tecnología, ¿se ha de regular?
El Parlamento Europeo, en octubre del año pasado, ya votó sobre el futuro de la inteligencia artificial, los eurodiputados exigieron que la futura legislación comunitaria sobre este asunto "promueva la innovación, garantice la seguridad y proteja los derechos humanos".
Sin embargo, el mundo de la robótica ha crecido sobre las tres leyes de la robótica escritos por Isaac Asimov:
I.- Un robot no hará daño a un ser humano ni, por su inacción, permitirá que un ser humano sufra daño.
II.- Un robot debe obedecer las órdenes dadas por los seres humanos, excepto si estas entran en conflicto con la primera ley.
III.- Un robot debe proteger su propia existencia en la medida en que no entre en conflicto con la primera o la segunda ley.
La banca pionera en el convenio
Por primera vez en España, un convenio colectivo recoge el derecho de los trabajadores a estar protegidos ante el uso de la inteligencia artificial.
Nada tiene que ver con el reconocimiento facial, donde esta tecnología ya ha dado más de un disgusto a las grandes tecnológicas de Estados Unidos.
En concreto, el artículo 80 del convenio colectivo refleja lo siguiente: “Sin embargo, el desarrollo creciente de la aportación de la tecnología requiere de una implantación cuidadosa cuando se aplica en el ámbito de las personas".
Además, señala que "las personas trabajadoras tienen derecho a no ser objeto de decisiones basadas única y exclusivamente en variables automatizadas, salvo en aquellos supuestos previstos por la ley. Así como derecho a la no discriminación en relación con las decisiones y procesos, cuando ambos estén basados únicamente en algoritmos”.
"El convenio colectivo de banca está a la vanguardia mundial en la protección de los derechos frente a la inteligencia artificial", explica Roberto Espinosa, experto en tecnología.
Los sesgos de la IA
Un experimento elaborado por la consultora Biko ha concluido que los principales algoritmos empleados por los sistemas de reconocimiento de imágenes de Amazon o Google etiquetan de una manera diferente a hombres y mujeres.
Numerosos estudios han detectado sesgos en estos sistemas que han asaltado la vida cotidiana por culpa de servicios digitales que permiten, entre otras cosas, recibir sugerencias de contenidos adaptados a los intereses de cada usuario.
Un estudio de la universidad Cornell (Estados Unidos) en 2019 descubrió, entre otras cosas, que la precisión en el reconocimiento de objetos variaba si se trataba de imágenes tomadas en Estados Unidos que en países subdesarrollados donde las condiciones económicas son distintas.