Las principales instituciones económicas alemanas han reducido sus previsiones de crecimiento para la mayor economía de Europa para 2019 y 2020, culpando a la menor demanda mundial de bienes manufacturados y al aumento de la incertidumbre empresarial debido a las disputas comerciales.

Las revisiones, que se incorporan a las propias previsiones del Gobierno, ponen de relieve la creciente preocupación de que la ralentización alemana —propiciada por una recesión en el sector manufacturero, especialmente dependiente de las exportaciones— lastre la economía de la zona del euro en su conjunto.

Los institutos también pidieron a Berlín que abandonara su estricta política presupuestaria, que no permite asumir nueva deuda, si las perspectivas de crecimiento se deterioran aún más.

Los institutos dijeron que ahora esperan que la economía alemana crezca un 0,5% este año y un 1,1% en 2020. Estas cifras contrastan con sus estimaciones de abril, del 0,8% y el 1,8% respectivamente.

"No se vislumbra una crisis económica con una pronunciada infrautilización de la economía alemana, aunque los riesgos cíclicos a la baja son actualmente altos", dijeron los institutos, señalando también el plan británico de salida de la Unión Europea.

Para 2021, los institutos prevén una leve recuperación con una expansión económica del 1,4%.

Está previsto que el Gobierno alemán publique sus propias previsiones de crecimiento a finales de este mes. En abril, pronosticó un crecimiento del 0,5% para 2019 y del 1,5% para 2020.

Los institutos dijeron que actualmente no hay razón para tomar medidas fiscales adicionales, pero que el Gobierno debería utilizar su margen fiscal si la recesión económica resulta ser peor de lo esperado.

En tal escenario, el Gobierno no debería estar restringido por el objetivo que se impuso a sí mismo de mantener un presupuesto equilibrado, dijeron los institutos.

"Sería fundamentalmente incorrecto seguir con la política de 'déficit cero'", dijo el economista de DIW Claus Michelsen.

La deuda alemana continúa creciendo

En virtud de la regla que frena la deuda alemana, el Gobierno federal puede asumir una nueva deuda de hasta el 0,35% de la producción económica. Eso equivaldría a aproximadamente 5.000 millones de euros (5.500 millones de dólares) en 2020, una vez que se hayan tenido en cuenta factores especiales como el crecimiento.

La deuda permitida ascendería a 8.400 millones de euros en 2021 y a 9.700 millones de euros en 2022, según los expertos en presupuesto del Parlamento.

El partido de centro-derecha de la canciller Angela Merkel se comprometió el lunes a mantener su política de no asumir nuevo endeudamiento, a pesar de las crecientes presiones internas y externas para que se abandone la regla fiscal. (Full Story)

El ministro alemán de Finanzas, Olaf Scholz, dijo el miércoles que Berlín sería capaz de contrarrestar una crisis económica si la hubiera, pero añadió que no esperaba que la recesión fuera tan grave como en 2008/2009.

"Estamos bien preparados porque tenemos recursos financieros decentes, así que si hay una crisis económica, podemos tomar contramedidas, pero por el momento sólo estamos viendo un crecimiento más lento", dijo Scholz a la emisora pública ARD.

REUTERS