La inflación seguirá este año por encima del 7% pese a la excepción ibérica que permite topar el gas. Así se desprende del último informe del Banco de España. El BdE reconoce que la medida va a restar un 0'5% al IPC y permite a la entidad actualizar a la baja su escenario de precios en 2022.
La inflación se situará este año en el 7,2% frente al 7,5% previsto en abril. Para 2023 y 2024 eleva el escenario de precios al 2,6% y 1,8% respectivamente (a la espera de conocer el impacto del precio del gas para entonces). Los principales riesgos al alza en la evolucion de la inflación son la duración e intensidad del conflicto bélico en Ucrania y la materialización de efectos de segunda ronda.
El BdE señala que "diversos indicadores apuntan a que esta traslación de los costes a los precios ya estaría teniendo lugar". Y añade que según la Encuesta del Banco de España sobre la Actividad Empresarial (EBAE)2 , de forma cualitativa se pone de manifiesto que "las empresas españolas han venido incrementando sus precios de venta recientemente".
Se acelera la actividad en el segundo trimestre
El BdE mejora su diagnóstico para el segundo trimestre. Pese a los días que quedan del mes de junio, la entidad cifra el crecimiento entre abril y junio en el 0,4%, 0,1pp más que el primer trimestre.
El motivo es la recuperación de actividades vinculadas a los servicios como consecuencia del fin de la pandemia. De hecho, sectores como Hostelería y Transporte lideran la recuperación de la facturación y el empleo en el segundo trimestre, explica el BdE.
La entidad percibe además que los datos de confianza y de consumo se recuperan tras un primer trimestre marcado por el pesimismo que acompañó el inicio de la guerra.
El Banco de España hace hincapié en la recuperación de la llegada de turistas internacionales en los primeros meses del año, lo que sitúa al Turismo (junto a la inversión) en uno de los motores de crecimiento en este ejercicio.
En cualquier caso el BdE insiste en que las previsiones vienen acompañadas de un elevado grado de incertidumbre con riesgos sesgados a la baja.
El Banco de España vuelve a revisar a la baja el escenario de crecimiento de la economía española en 2022. Ahora espera que el PIB aumente un 4,1%(frente al 4,5% pronosticado en abril).
El motivo, según explica el propio BdE, es el ajuste en las previsiones anuales del peor comportamiento de la economía entre enero y marzo. Y es que que la cifra final de PIB del primer trimestre no se había incorporado en el cuadro presentado en abril.
La entidad que preside Pablo Hernández de Cos también recorta sus previsiones para 2023 (del 2,9% al 2,8%); para 2024 mantiene una previsión de crecimiento del 2,6%. El escenario actual pasa porque en el tercer trimestre de 2023 la economía española recupere los niveles previos a la pandemia.