Ya tenemos la foto del Banco de España para 2023. El BdE dibuja un escenario en el que la inflación se desacelera y el crecimiento se suaviza. La moderación en el ritmo de la subida del coste de la vida obedece principalmente que la entidad asume que se prorrogarán muchas de las medidas del Gobierno para compensar la factura energética.
El Banco de España baja un 0,7% la previsión de inflación al 4,9% respecto a las previsiones de octubre. Eso sí, su escenario central es de subida de inflación en 2024 cuando se retiren las medidas. En este sentido el Banco de España insiste en que medidas transitorias tienen efectos transitorios.
Respecto a la subida de la cesta de la compra, la entidad no descarta que veamos mayores picos en la escalada de los precios de la alimentación.
Las proyecciones del BdE recogen un crecimiento algo más suave de la economía en 2023: rebaja la previsión de PIB una décima hasta el 1,3%. Una moderación que obedece al peor escenario internacional. De hecho, el banco reconoce que la previsión de prórroga de medidas para compensar la inflación y el mayor dinamismo de la economía en el segundo semestre, juegan a favor de una mayor actividad económica.
Para el cierre de 2022, estima un crecimiento de la economía de una décima en el cuarto trimestre, y eleva la previsión de PIB al 4,6% (frente al 4,5% de octubre).
Más contratos indefinidos generan más consumo
Aunque el Banco de España estima prematuro analizar el impacto de la reforma laboral en el empleo, la entidad hace un ejercicio en el que estima cuánto habría aumentado el consumo de la mano de un aumento de la contratación indefinida.
Para ello, parte de varias premisas: que los empleados con contrato indefinido dedican el 81% de la renta al gasto, que quienes tienen contrato temporal dedican el 72% de la renta al gasto y que históricamente la conversión de contrato temporal en indefinido ha generado un aumento del 20% en el consumo. Incorporadas estas cifras a una simulación, la conclusión es que el impacto del aumento de la contratación indefinida tras la reforma laboral habría incrementado el consumo entre 2.000 y 3.000 millones.
El BdE ha vuelto a pedir que las medidas del gobierno para paliar los efectos de la inflación estén focalizadas en los más vulnerables. Recuerda que los hogares con menos renta son los que tienen la confianza más deteriorada.
En su análisis estima que las medidas del gobierno han tenido un impacto a la baja del 2% del IPC de noviembre. Y señala que alrededor del 45% de las empresas reconoce que le queda por trasladar parte de los mayores costes a los precios de su servicios o productos.
El banco sigue sin destacar un fuerte impacto de los fondos Next Generation en la foto de la economía española.
