Un cambio de paradigma sin precedentes. La revolución más importante desde la aparición de Internet. El boom de la inteligencia artificial generativa viene rodeado de un alto grado de expectación sobre cómo nos cambiará la vida esta herramienta.

Sin embargo, hemos oído poco, o prácticamente nada, del consumo energético que eso implica. Sabemos que necesitamos centros de datos con más capacidad y más modernos que los actuales para satisfacer la demanda logística de la IA. Pero todavía no sabemos cuánta energía gastamos ya en su uso. Según el Banco Central Europeo, el consumo energético de una simple consulta en ChatGPT3 es unas diez veces superior al de una búsqueda común en Google.

La IA consume diez veces más energía que Google: ¿Es sostenible?

El Banco Central Europeo estima que el consumo de una simple consulta en ChatGPT-3 es diez veces superior al de una búsqueda común en Google

Las Siete Magníficas consumen un 20% más

Los economistas del regulador bancario europeo consideran que el mercado eléctrico se podría tensionar por el fuerte aumento de la demanda energética.

Pensemos, por ejemplo, en países como Irlanda, pionero en el sector de centros de datos. Es “difícil de estimar” cómo podrían reaccionar los mercados eléctricos nacionales en casos como el de la isla británica.

También hay que tener en cuenta que cada versión mejorada de la inteligencia artificial requerirá más energía. Las Siete Magníficas han incrementado su consumo energético un 19%, mientras que las empresas de centros de datos, un 7%.

De hecho, la Agencia Internacional de la Energía (AIE) prevé que los centros de datos podrían aumentar su consumo un 80% en 2026 con respecto a 2022, con especial rebote en China y Estados Unidos.

Todo ello elevaría el precio del gas natural un 9% en Asia y Europa, y un 7% en Estados Unidos, según el BCE.