La huelga de transportistas en Corea del Sur, nueva amenaza económica. Esta protesta de los camioneros entra su séptima jornada y provoca ya problemas en el suministros de los fabricantes de coches. El impacto empieza a extenderse a la industria de semiconductores y a la industria petroquímica.
Toda las claves en este podcast con Luis Vicente Muñoz y Sandra Torrecillas:
Luis Vicente Muñoz y Sandra Torrecillas explican el daño económico de la huelga de transportistas en Corea del Sur
El precio del combustible, el culpable
El sindicato que lidera las protestas, compuesto por 22.000 personas, se manifiesta contra la subida de los precios del combustible. Exige, además, garantías salariales mínimas. Ya han mantenido cuatro rondas de negociaciones con el gobierno y no han conseguido llegar a un acuerdo.
El gobierno ha instado a los camioneros a volver al trabajo, pero dijo que buscará reflejar sus demandas en el proceso legislativo y seguirá tratando de poner fin a la lucha a través del diálogo.
La prolongación del conflicto está poniendo a prueba al presidente Yoon Suk-yeol, un novato en política que asumió el cargo hace cinco semanas.
Mientras la economía mundial lucha con los cuellos de botella en el suministro, cualquier desaceleración prolongada en la producción y los envíos de chips, productos petroquímicos y automóviles podría aumentar las preocupaciones sobre el aumento de la inflación y la desaceleración del crecimiento.
Se prevé que la inflación de Corea del Sur alcance un máximo de 24 años del 4,8 % este año, según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos la semana pasada. La OCDE ha reducido su pronóstico de crecimiento al 2,7 % desde una proyección de diciembre del 3,0 %.