España no recuperará el nivel de actividad prepandemia hasta el primer trimestre de 2023. La OCDE revisa a la baja las previsiones de crecimiento para el país español en 2021 con un fuerte recorte, 4,5%, dos puntos por debajo de lo que dice el Gobierno. También disminuye las expectativas para el próximo año al 5,5%.
El principal motivo es el fiasco con los datos del PIB ya que los resultados del segundo trimestre, que el INE modificó en septiembre, confundieron a los analistas del OCDE y han tenido que corregirlo. Hay que añadir el riesgo de la inflación porque si el incremento de los precios de la energía se extrapola a los sueldos o a otros sectores, pesaría mucho para la economía española de cara a los próximos meses.
El principal reto para España es aprovechar los fondos de reconstrucción europeos, 70.000 millones de euros, para elevar el potencial de crecimiento. La organización estará atenta a la reforma laboral para corregir la dualidad del mercado laboral u y mejorar las competencias y expectativas. Además prestará mucha atención a la reforma de las pensiones por las dudas que tiene con la propuesta del Gobierno de aumentar las cotizaciones 0,6 puntos.
Previsión mundial
La OCDE cree que la recuperación económica mundial va a continuar, pero modera las previsiones por la alta inflación, los problemas de mano de obra y aprovisionamiento o la amenaza de nuevas variantes como Ómicron. Las expectativas de crecimiento mundiales para 2021 se reducen dos puntos (5,6%), mientras que el próximo año se espera que las previsiones de crecimiento sean del 4,5%.
Estados Unidos vuelve a reducir sus estimaciones en un 5,6% y en China ocurre lo mismo, se queda en un 8,1%. En Europa también disminuye las previsiones hasta el 5,2% lo que explica la gran corrección en España. A pesar de ello, Francia y Reino Unido evoluciona positivamente, 6,8% y 6,9% respectivamente. Las expectativas de Argentina mejoran con una subida del 8% en lo que queda de año y del 2,5% en 2022.
Los autores del informe subrayan que ante los importantes desequilibrios en la recuperación por países, la gran prioridad sigue siendo la vacunación que es lo que permite salvar vidas, mantener ingresos, que las fronteras estén abiertas y se levanten las restricciones.