La Ciudad del Vaticano ya viste de gala para despedir al líder espiritual católico. El jesuita Francisco fallecía este lunes a los 88 años después de varias semanas en un estado de salud que preocupaba a los fieles. Hijo de un contable italiano, Jorge Mario Bergoglio ingresaba en el seminario a los 21 años tras perder medio pulmón derecho. Antes había trabajado en la fábrica de medias donde su padre gestionaba la contabilidad.

Se trata del primer pontífice de la Orden Jesuita, caracterizada por su trabajo dentro de la Iglesia católica a favor de los pobres y la justicia social. Y bajo ese mantra comenzaba su mandato en 2013, tras la abdicación de Benedicto XVI.

Hace poco más de una década creaba la Secretaría de Economía, un organismo para la gestión de la actividad económica de la Santa Sede, como el control del patrimonio inmobiliario y los fondos, antes a disposición de la Secretaría de Estado.

También emprendería una lucha contra la evasión fiscal, que había implicado a la Iglesia en escándalos en el Banco Vaticano, además de reformar el rol de la Autoridad vaticana de Supervisión e Información Financiera para combatir el blanqueo de capitales.

Durante el mandato de Francisco se presentaban los primeros presupuestos anuales y, en los últimos años, los balances financieros, así como la publicación de la deuda y el déficit y las cuentas de la Curia, la administración del Vaticano. De hecho, en 2023 era condenado el italiano Angelo Becciu por irregularidades financieras. El primer cardenal juzgado por una corte Penal vaticana.

Además, desde 2024 cada licitación y gasto que supere el 2% de los gastos totales del organismo debe tener la aprobación de la Secretaría de Economía.

Francisco, el Papa austero que reformó la economía del Vaticano

El argentino creó la Secretaría de Economía del Vaticano, luchó contra la evasión fiscal y trató de aplicar transparencia a las cuentas de la Santa Sede.

¿Quién pagará el entierro del Papa?

Su entierro, según dicta el testamento, estará sufragado por un donante particular cuyo nombre no ha transcendido. Y será un entierro más económico que los de sus antecesores. Francisco ha dejado claro que no quiere ceremonias llenas de lujos. Su cuerpo será depositado en un único ataúd de madera que se enterrará en la basílica de Santa María La Mayor.

Justo este mes, cuando se cumplen veinte años del funeral de Juan Pablo II, cuyos costes ascendieron a cerca de siete millones de euros. Entonces se contrataron a cerca de 15.000 agentes de diversos cuerpos de seguridad, además de cerrarse el espacio aéreo del Estado.