La entidad cotizada en Londres ha confirmado que la idea es crear un fondo administrado por Charterhouse Capital Partners, con sede en la capital inglesa, para invertir "en compañías británicas de alta calidad y crecimiento con oportunidades de desarrollo en China". Sin embargo, ninguna de las partes ha informado de la cantidad y ha sido el diario británico Financial Times el que ha desvelado la cifra.
En plenas negociaciones del brexit, la noticia llega cuando Reino Unido y China tratan de impulsar sus lazos económicos, sobre todo teniendo en cuenta que Londres necesitará nuevos acuerdos comerciales cuando abandone definitivamente la Unión Europea. Según las cifras del departamento de Comercio inglés, China ya es el 5º socio comercial de Reino Unido con 67.800 millones de libras en 2017 y es el 7º mercado de mayor crecimiento para las exportaciones británicas de bienes y servicios.
En febrero, la primera ministra Theresa May anunció acuerdos con Pekín por valor de 9.300 millones de libras que incluían la creación de 2.500 empleos en el país. Además, la inversión extranjera directa de Reino Unido en China se ha disparado desde el referéndum del brexit y Reino Unido ya es el primer país europeo en inversión extranjera directa en China, según el Ministerio de Comercio del país asiático.
El movimiento también beneficia al HSBC, el mayor banco europeo por activos, que genera más de la mitad de sus ingresos en Asia y ve la apertura del sistema financiero chino como un área de crecimiento potencial.
CIC's direct investments by sector (2007-2017) Fuente: ICEX/IECIC ha establecido fondos de estructura similar en otras partes del mundo, incluyendo en los Estados Unidos con Goldman Sachs y en Japón con Nomura.
El fondo soberano de Pekín se creó en 2007 con el objetivo de diversificar sus ingentes recursos provenientes de la tenencia de divisas. A finales de 2017 tenía unos activos totales de 813.500 millones de dólares, según el informe anual del IE y el ICEX sobre fondos soberanos. Además, considerando las líneas de negocio, una parte significativa de sus inversiones han ido
a las empresas de servicios financieros (41.900 millones de dólares).
Para CIC, colaborar con el HSBC puede ayudarle a impulsar sus inversiones en tecnología británica y compañías industriales del país, sujetas a mayores controles regulatorios. También le ayuda a seguir ampliando sus conexiones globales con los mercados occidentales.
