La agencia de calificación ha puesto a la petrolera española con una perspectiva negativa pero reafirma el rating en BBB. Dice que el movimiento en la perspectiva refleja la expectativa de que el apalancamiento financiero de la empresa aumente por el precio bajo del petróleo y sea más alto de lo esperado.

Además, espera que los márgenes de refino se moderen desde los niveles excepcionalmente altos conseguidos el año pasado.

De esta manera, Fitch se suma a las agencias Moody's y Standard & Poor's, que esta misma semana han confirmado la calificación de Repsol, uno de los objetivos que se había marcado la petrolera ante el contexto de bajos precios del crudo y para lo que había puesto en marcha un amplio programa de disciplina financiera.

Para Fitch, la calificación de la compañía se apoya en su diversificación de negocio, la fortaleza de la división de refino y comercialización y la diversificación geográfica de su área de exploración y producción tras la adquisición de la petrolera canadiense Talisman.

En cuanto a la perspectiva, la agencia ha apuntado que se revisará en función de la evolución del precio del crudo y la implementación del plan anunciado, que prevé un recorte del dividendo, menos inversiones y desinversiones