En el encuentro Invest in Comunidad Valenciana, hablamos también sobre financiación y, en este sentido, hay un diagnóstico consensuado: existe desigualdad en la distribución de recursos, así como falta de corresponsabilidad fiscal e insuficiencia financiera.
En esta mesa, presentada por Luis Vicente Muñoz, CEO de Capital Radio, Eduardo Alcalde, director de "Aquí se Emprende", señala que estas vienen siendo unas reivindicaciones que están sobre la mesa desde hace muchos años.
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Ruth Merino, Consellera de Hacienda, Economía y Administración Pública de la Generalitat Valenciana señala que afrontan este asunto tratando de defender los intereses de los valencianos, mediante el diálogo y la unión con los agentes sociales y empresariales.
Según apunta Merino, es un tema muy sensible, porque detrás de la financiación está la sanidad, la educación y los servicios sociales. Subraya también que hace unos años no había tanta conciencia sobre la importancia de este asunto.
Explica que llevan muchos años pidiendo una reforma del sistema de financiación y "por fin, es un tema del que se habla en toda España" y "lo que nadie discute es que la Comunidad Valenciana es la peor financiada, junto con Murcia".
En todo caso, Merino critica que no se hable de este asunto porque haya una conciencia de las deficiencias en la financiación, sino porque el acuerdo del Gobierno central con Esquerra sobre Cataluña, que ha encendido el debate.
Menos ingresos con los mismos gastos
Francisco Pérez, Director del IVIE y catedrático emérito de la Universitat de València explica que, cuando hablamos de infrafinanciación, hay que tener en cuenta tanto la población valenciana como la estructura demográfica (en función, por ejemplo, del número de personas mayores o jóvenes, que tienen diferentes necesidades).
Lo que observamos es una enorme diferencia entre las comunidades forales y las comunidades de régimen común, superior al 50%, señala el experto. También hay grandes diferencias entre las propias comunidades que se acogen al régimen común, de más de 25 puntos porcentuales.
Con esas diferencias es difícil que las distintas comunidades puedan afrontar sus niveles de gastos en servicios en las mismas condiciones entre sí. Porque los gastos sí son muy similares, pero los recursos no lo son. "Cuando una comunidad tiene menos recursos, le quede menos para todo lo demás", una vez ha afrontado todos los gastos en los servicios públicos fundamentales.
"Lo que le queda para todo lo demás es menor". Entonces, por ejemplo, las comunidades que están peor financiadas, lo tienen más complicado para invertir en mejorar el tejido productivo.
Además, estas regiones están más endeudadas que otras no por gastar más que otras, sino por ingresar menos.
Un sistema sencillo y transparente
Desde el sector empresarial, "la postura es muy clara", señala Salvador Navarro, Presidente de la CEV (Confederación Empresarial Valenciana). Junto a los sindicatos, "llevamos años peleando y trabajando" en este sentido.
Explica también, en la misma línea que Merino, que este debate se ha reactivado por el acuerdo del Gobierno con Cataluña, lo cual, en su opinión, deja en evidencia que la Comunidad Valencian no está posicionada en el centro de las decisiones. "Habitualmente es Cataluña o es Madrid", apunta.
"Yo creo que esta es una reflexión que tenemos que hacer los valencianos, de posicionamiento en las instituciones del Estado y en los medios de comunicación, porque tenemos unas magníficas empresas".
En ese sentido, pone un ejemplo: "El puerto de Valencia no es el puerto de Valencia; es el puerto de Madrid, con un 25% del tráfico que es de Madrid y es el puerto número 1 del Mediterráneo y el cuarto de Europa". Eso, a pesar de las deficiencias de infraestructura que, según explica, sufre la región.
Esta situación de infrafinanciación hace que el gobierno autonómico destina un 30% menos de media en apoyar al tejido productivo, "un tejido productivo que está acostumbrado a salir adelante por sí solo".
"Esto nos ha ocurrido con gobiernos del PP y también con el PSOE", apunta. Y, en este sentido, señala que llevan muchos años sintiéndose españoles de segunda y cree que es el momento de que la clase política sea capaz de dar soluciones a todos los ciudadanos.
Para avanzar en este sentido, Merino aboga por un modelo que elimine los desequilibrios actuales. "Nos gustaría un modelo más sencillo, más transparente, (...) que cumpla con la igualdad, equilibrio y solidaridad".
