Este jueves, Bruselas presentó un texto con 30 páginas y 9 de anexos que hace un diagnóstico de la unión monetaria tras los diez años de crisis financiera y pretende cubrir las lagunas políticas y económicas de la zona euro. “Es un documento de reflexión con dos etapas para esta y la próxima legislatura”, señala en Capital Radio Lucas González, economista y portavoz adjunto de la Comisión Europea en Madrid.



Una hoja de ruta “que es un punto de debate, no son medidas cerradas”, añade González. Un planteamiento que genera posiciones contrapuestas dentro de la Unión, “porque siempre habrá discusión en las medidas, pero todos deben saber que deben cumplirse dos vectores: solidaridad y responsabilidad”, explica.

Uno de los principales escollos es la mutualización de la deuda soberana a la que se opone frontalmente. “No se compartirá riesgo, los eurobonos nunca supondrán la mutualización de la deuda soberana en primera fase”, recalca el portavoz adjunto de la Comisión Europea en Madrid.

En materia de gobernanza, Bruselas propone hacer permanente el cargo de presidente del Eurogrupo -el consejo de ministros de Economía y Finanzas de la eurozona- y fusionarlo en una etapa posterior con las funciones del comisario europeo a cargo de la Unión Económica y Monetaria, lo que le convertiría en una suerte de ministro de Finanzas de la zona del euro.

Bruselas insiste, además, en la necesidad de completar los proyectos que ya están en marcha, en particular, la constitución de un sistema europeo de garantía de depósitos (EDIS) y del mecanismo común de protección presupuestaria para el Fondo Único de Resolución.

Plantea una hoja de ruta donde la propuesta más novedosa de la CE es la de desarrollar valores respaldados por deuda soberana, paquetes de deuda de los países que se pondrían en el mercado.