La OCDE ha presentado su último informe económico que revisa ligeramente a la baja las previsiones de crecimiento mundial para este año, mostrando un claro repliegue en Estados Unidos y en la eurozona.
Aida Caldera Sánchez, jefa de la División del Departamento de Economía de la OCDE, ha detallado en una entrevista las claves de esta desaceleración y los retos que afrontan las principales economías.
La jefa de la División del Departamento de Economía de la OCDE analiza las nuevas previsiones de crecimiento económico con una desaceleración global.
Un escenario global de "extraordinaria complejidad"
Caldera Sánchez describe la situación económica actual como de "extraordinaria complejidad debido a la confluencia tanto de tensiones comerciales como geopolíticas". Según explica, estas tensiones ya están impactando en la actividad económica mundial.
"En los últimos meses estamos viendo que estas tensiones están empezando a tener un efecto sobre la economía y a ver un debilitamiento de las perspectivas de crecimiento global"
Los indicadores muestran un panorama preocupante. "Hemos visto que tanto los indicadores de actividad como la confianza de los consumidores están empezando a caer", señala la economista, quien confirma que esto ha llevado a la OCDE a revisar sus previsiones a la baja, especialmente para los países más afectados por la subida de aranceles: México, Canadá y Estados Unidos.
Respecto a Estados Unidos, primera economía mundial y tradicionalmente un motor para el crecimiento global, Caldera Sánchez anticipa una ralentización: "Estados Unidos ha tenido un crecimiento muy fuerte durante los últimos años, pero en los próximos meses vemos que ese crecimiento se va a ralentizar".
La experta señala que los aranceles tendrán un impacto sobre la economía americana, aunque "menos importante que sobre Canadá y México, que son los objetivos claros de estos aranceles de momento".
En el caso europeo, la OCDE ha revisado a la baja el crecimiento previsto para Alemania y Francia, las dos principales economías de la eurozona. Según explica Caldera Sánchez, los efectos de los aranceles sobre Europa son "básicamente efectos indirectos" ya que no han incorporado en su escenario base subidas de aranceles dirigidas específicamente a Europa.
Sin embargo, advierte que "el hecho de que haya una elevada incertidumbre política pesa sobre la inversión y el consumo" y eso ha llevado a revisar a la baja el crecimiento europeo.
Entre los tres países que van contra la tendencia global de desaceleración, la OCDE destaca a España junto a Argentina y Turquía. "La economía española, a pesar de esta situación tan incierta y compleja, sigue sorprendiendo al alza y mostrando un ritmo de crecimiento que está siendo muy robusto", explica Caldera Sánchez.
La OCDE ha revisado al alza las previsiones para España, tanto para este año como para el siguiente, "por los vientos de cola que vemos del año pasado". La economista señala que "cuando contrastamos con la tónica en el resto de Europa estamos viendo crecimientos mucho más fuertes" en España.