Las elecciones locales en Turquía ha sido el tema de la Entrevista Capital con Ilke Toygür, investigadora de El Real Instituto Elcano. En la Gran Tertulia de la Economía han participado: María José Villanueva, ejecutiva en la industria farmacéutica y vicepresidenta imagen y comunicación en la asociación española de ejecutivas y consejeras y Fernando Zunzunegui, abogado y profesor .
La crisis económica pasa factura. El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, y el Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP) han perdido el control de Ankara en las elecciones locales. Con el 90% de los votos escrutados, el candidato a alcalde de la oposición laica del Partido Popular Republicano (CHP), Mansur Yavas, ha conseguido el 50,3% de los apoyos, arrebatando al sultán la capital por primera vez desde que llegó al poder hace 16 años con una ventaja de 2,8 puntos porcentuales.
Aunque todavía no se ha revelado el resultado de Estambul, donde se divisa un empate entre el AKP y el socialdemócrata CHP, los últimos datos dan una escasa ventaja, de apenas 4.000 votos, para el candidato del partido de Erdogan el AKP, Binali Yildirim, que se ha declarado vencedor. Sin embargo, la oposición teme que haya fraudes después de que en Estambul se hayan considerado nulos casi 300.000 votos.
La investigadora del Real Instituto Elcano, Ilke Toygür, reconoce que lo que suceda en Estambul es lo más importante: "Estambul no es una ciudad como cualquier otra, tiene 18 millones de personas, 10 millones de votantes y es la puerta a la economía mundial de Turquía".
Pero la pérdida de Ankara es un duro revés para Erdogan, quien ha invertido dos meses en la campaña electoral para unos comicios que ha descrito como "una cuestión de supervivencia para Turquía". El presidente reconoce que perder ciudades forma parte de la dinámica democrática y promete enfocarse en la recuperación económica, con reformas y "sin comprometer las reglas de la economía de libre mercado", antes de las elecciones nacionales de 2023.
El año pasado, Erdogan renovó la presidencia, más centralizada y con nuevos poderes, en un nuevo mandato que iba a consolidar su posición como líder del país. Pero la economía y la crisis cambiaria del pasado verano provocaron una pérdida del 30% en el valor de la lira turca y empujó a Turquía a una recesión. Con una inflación cercana al 20% y el desempleo al alza, los votantes se muestran más dispuestos a cambiar de candidato.