Las elecciones en España no suelen tener lectura por parte de los mercados financieros. Primero porque la política fiscal y monetaria la marcan Bruselas y el BCE. Segundo, porque las grandes empresas españolas están muy expuestas a los ingresos que generan en otros países. En cualquier caso, el resultado electoral de este domingo sirve de termómetro para los inversores extranjeros: y es que resulta difícil imaginar políticas de control de precios en vivienda o impuestos extraordinarios a bancos y energéticas si el PP llega a Moncloa.
Podcast con Miguel Sanmartín y Laura Blanco:
Los resultados electorales en España tienen poca lectura por parte de los mercados porque la política fiscal y monetaria las determinan Bruselas y el BCE
El veredicto de Fitch antes de las elecciones
Fitch dio su veredicto sobre la deuda española dos días antes de las elecciones autonómicas. La agencia confirma la calificación de la deuda soberana en A- (notable bajo) con perspectiva estable. Fitch respalda la situación de España por ser una economía sólida "a pesar de los vientos en contra externos".
La agencia eleva 0,7 puntos el crecimiento previsto para este año, hasta el 1,9 % y destaca que el Gobierno ha avanzado en su agenda de reformas estructurales "con algunos primeros signos de impactos positivos en la economía y en las finanzas públicas". No obstante Fitch advierte de que la deuda pública se mantiene elevada, el desempleo es estructuralmente alto y la productividad baja que limita el potencial de crecimiento.