La economía alemana crece un 1,7% en 2015 y se mantiene en línea ascendente gracias al aumento del gasto público y el consumo privado. También al incremento de las inversiones, que por ejemplo, en el sector de la construcción mejora un 2,2%.

En el último trimestre del año, el crecimiento fue del 0,3% en comparación al anterior. Supone un 2,1% más respecto al mismo periodo de 2014. Aunque el comercio exterior evita que el crecimiento sea mayor: las exportaciones bajaron un 1,7% y las importaciones un 0,6%.

Para 2016 se espera que la economía germana crezca en el entorno del 2%, según la Oficina Federal de Estadística.

El organismo también ha publicado los presupuestos alemanes de 2015, que consiguen un superávit de 19.400 millones de euros, un 0,6% del PIB. Cumple ampliamente con el tratado de Maastrich, que exige que el déficit no supere el 3% del Producto Interior Bruto.

Frente a estos datos positivos está el pesimismo de los empresarios. El IFO alemán cae hasta los 105,7 puntos en enero, el dato más bajo desde diciembre de 2014. Es el tercer mes consecutivo de bajadas, según el Instituto de Investigación Económica de Munich.

Los analistas esperaban un descenso de este indicador, pero nunca una caída tan amplia. Es el mayor descenso desde el año 2011.