MADRID (Reuters) - El Parlamento de Cataluña aprobó el lunes una propuesta de resolución que pretende iniciar el camino hacia la independencia de la región, una medida contra la que el Gobierno español ha iniciado trámites judiciales.
El plan de creación de la república catalana se aprobó con 72 votos a favor y 63 en contra en una cámara de 135 escaños y mayoría soberanista desde las elecciones autonómicas de septiembre pasado.
El jefe del Gobierno central español compareció ante los medios el lunes para anunciar, tal como había adelantado, que ha iniciado el proceso para recurrir ante el Tribunal Constitucional la propuesta, que incluye la puesta en marcha en un mes de instituciones propias para una "desconexión pacífica" de España.[ID:nE8N11T06Q]
Preguntado por una posible suspensión de la autonomía en la región a raíz de la propuesta, Mariano Rajoy respondió: "La ley es la ley, y cuando se ataca la ley todos los instrumentos se pueden utilizar, espero no tener que hacerlo".
Anteriormente, el líder de Ciudadanos, partido que junto con el gobernante PP y el Partido Socialista forma el frente antiindependentista en la región, había indicado que la votación del lunes no suponía una declaración formal de independencia y por lo tanto no exigía la aplicación del artículo 155 de la Constitución.
"El único supuesto es una declaración unilateral de independencia firmada por el presidente de la Generalitat, subiéndose a un balcón, declarando la independencia y apelando a la comunidad internacional. No podemos apretar el botón rojo de la suspensión de autonomía si no hay un acto jurídico que lo exija", dijo Albert Rivera en entrevista en la cadena Ser.
Los independentistas de Junts pel Sí y la Candidatura d'Unitat Popular (CUP) han advertido de que harán caso omiso de la previsible impugnación en el alto tribunal, y no está claro qué medidas tomará entonces un Ejecutivo que ha dicho que utilizará todos los instrumentos jurídicos a su alcance.
"La construcción de un estado abre ante nosotros una oportunidad de oro poder diseñar y construir un estado moderno, propio del siglo XXI", dijo Raül Romeva, cabeza de lista de Junts pel Sí en las elecciones del 27 de septiembre.
El órdago catalán acapara el debate político en España a mes y medio de las elecciones generales, en las que los sondeos prevén que el Partido Popular de Rajoy sea el más votado, pero lejos de la mayoría absoluta de 2011 tras una legislatura plagada de recortes sociales y escándalos de corrupción.
Pese a no llevar la propuesta en su programa electoral, Rajoy se ha mostrado dispuesto a dialogar sobre un cambio de la Constitución que dé encaje a Cataluña dentro de España, una reforma que se vislumbra imprescindible en la legislatura que se iniciará en enero en un Congreso fragmentado.
Cataluña, una de las regiones más ricas del país pero también muy endeudada, vio reforzarse el sentimiento independentista especialmente a partir de 2012 en medio de la crisis económica y tras el rechazo del Gobierno de Rajoy a negociar un pacto fiscal.
LA INVESTIDURA DEL FUTURO PRESIDENTE
La votación de la resolución independentistas se llevó a cabo horas antes de que la cámara celebre el primer debate de investidura del futuro presidente de la Generalitat, cargo al que aspira Artur Mas y cuya reelección se prevé difícil por la falta de apoyos de la CUP.
JPS y CUP están inmersos en un difícil proceso negociador para la investidura de Mas, al que los anticapitalistas de la CUP rechazan por los recortes sociales que emprendió desde la Generalitat y por los casos de corrupción en su partido.
La sesión del lunes contará únicamente con la intervención de Mas, que explicará su programa de gobierno, tras la cual el martes intervendrán los grupos de la cámara y se procederá a la votación.
Si el candidato no obtiene la mayoría absoluta de 68 escaños, habría una segunda votación el jueves, cuando Mas necesitaría la mayoría simple. Si transcurridos dos meses sigue sin haber acuerdo, el Parlament habrá de convocar nuevas elecciones, que serían las cuartas en la región en menos de cinco años.