Las diferencias entre los líderes británicos de aquí al 23 de junio van a condicionar notablemente el resultado del referéndum. Por ahora, el acuerdo negociado entre David Cameron y el Consejo Europeo es beneficioso para ambas partes, porque les permite “salvar los muebles”. El
investigador para Europa del Real Instituto Elcano,
Salvador Llaudes, asegura que el resultado de la consulta no va a ser claro. Y, aun en caso de ganar la salida de la Unión Europa, no se conseguiría el objetivo de reducir la inmigración "porque la mayoría de la gente va allí para trabajar, no tanto para pedir subsidios".
El principal escollo en las negociaciones es el llamado freno de emergencia. Es la disposición que tendría Reino Unido para limitar el acceso a las prestaciones sociales de los ciudadanos o trabajadores del resto de la UE durante 7 años. El argumento es la protección del Estado de Bienestar, pero precisamente, el mundo económico inglés está a favor de permanecer en el seno comunitario.
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