Sobre la situación en Irán hemos hablado con Félix Arteaga, investigador principal de Seguridad y Defensa del Real Instituto Elcano. Después en la tertulia han participado: Carmen Morales, profesora del IE Business School;Eduardo Aguilar, técnico comercial y economista del Estado y Marcelino Blanco, director de asesoramiento patrimonial de Andbank
Las sanciones son el arma estrella de la diplomacia norteamericana y les está dando resultado. El planteamiento se clarifica bajo la administración Trump: si quieres hacer negocios con nosotros, sigue nuestra estrategia de sanciones. En las últimas horas la Casa Blanca ha anunciado represalias nuevas contra el sector del hierro, acero, aluminio y cobre iraní, que representan en torno al 10% de las exportaciones del país, como respuesta a la decisión de Irán de suspender algunos de sus compromisos del acuerdo nuclear de 2015.
El investigador principal de Seguridad y Defensa del Real Instituto Elcano, Félix Arteaga, advierte que es muy probable que estas sanciones sigan presionando al régimen iraní y dando la razón a los más radicales, “con lo cual pasaremos de una escalada de sanciones económicas a una escalada de acciones militares”
Las restricciones están estrangulando la economía y la perspectiva es que esta situación continúe. Irán demanda el cumplimiento de lo firmado bajo el paraguas de Naciones Unidas y la legislación internacional. Aunque tiene socios comerciales importantes que le siguen apoyando, como Rusia o China a quienes no pasan factura las sanciones norteamericanas, la escalada dificulta la posición de otros actores, como los países europeos.
“La Unión Europea se ve entre la alternativa de o se apunta a las sanciones de EEUU y el acuerdo sigue complicándose o planta cara y entonces va a tener mucha más repercusión la batalla comercial entre los dos bloques”, explica Arteaga. Hasta ahora la postura general en el continente ha sido de no proliferación pero manteniendo a Irán controlado dentro del sistema.
Irán sí ha cumplido con el acuerdo, respetando las restricciones y permitiendo las inspecciones de la Agencia para la Energía Nuclear. Una postura colaborativa que ante el nuevo contexto podría cambiar. “Si su programa nuclear sigue adelante, los países árabes de la zona podrían hacer lo mismo y tendríamos un Oriente Medio nuclearizado, algo que todos los firmantes del acuerdo querían evitar”, advierte el experto.