El Banco Central Europeo va a hacer todo lo posible por estabilizar los precios y fomentar el crecimiento. Pero no puede hacerlo solo. La entidad pide ayuda a los gobiernos para que pongan en marcha políticas que impulsen la lucha contra el desempleo, los estímulos fiscales y mantengan la integración de la eurozona.
El objetivo que persigue el BCE es terminar con la brecha en la producción para desahogar la presión negativa sobre la inflación. Este plan de acción necesita el apoyo de toda la Unión Europea, es "un esfuerzo europeo común", en palabras del vicepresidente del Banco Central Europeo, Victor Constâncio.
La entidad entiende necesario reducir el alto desempleo de la zona euro. Pide a los gobiernos que actúen para aumentar la productividad, mejorar el ambiente de negocios y doten de infraestructuras públicas adecuadas.
"Es necesario seguir trabajando en otras áreas de política para cimentar las bases de la Unión Europea, fomentar la innovación y la productividad, y poner a la economía en la senda de la creación de crecimiento sostenible y empleo", insistió Constâncio.
En materia fiscal, el BCE cree esencial impulsar medidas de crecimiento, pero con la situación que viven algunos países, presentar un abanico de medidas en este sentido es un suicidio. La entidad europea, recomienda invertir solo a aquellos estados que tengan margen para hacerlo.
Quiere también profundizar en la integración de la zona euro. Dejar a medias la Unión Económica y Monetaria, tiene grandes riesgos. Para evitarlo, pide especial atención al sector financiero y a la Unión Bancaria de la eurozona. Se ha avanzado en el saneamiento y fortalecimiento de la banca europea, pero no es suficiente y recomienda a los gobiernos tomar más medidas que resuelvan los problemas pendientes.
Por otro lado, el BCE mantiene la compra de deuda pública y privada, que inició el 9 de marzo del año pasado junto con los bancos centrales nacionales. En su informe de 2015, sostiene que estas adquisiciones compensan los efectos que tienen los tipos de interés negativos en la rentabilidad de los bancos. Incluso han incrementado su rentabilidad desde el comienzo de las compras.
Aquellos que pidan un préstamo tienen mayor facilidad para devolverlo, según la entidad monetaria europea. Esto genera efectos positivos en los balances de los bancos, porque mejora la calidad de sus activos y reduce las necesidades de provisiones.
Durante el primer año, el BCE ha comprado deuda pública y privada por valor de 60.000 millones de euros. Desde principios de abril, estas adquisiciones mensuales han aumentado hasta los 80.000 millones de euros.
Con estas medidas de expansión monetaria, pretende alcanzar una tasa de inflación cercana al 2%. En marzo, en los países de la zona euro, este indicador fue del -0,1%. Según aumente la inflación, el BCE subirá los tipos de interés.
El BCE necesita a los gobiernos para estabilizar los precios y el crecimiento
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