La economía española acumula dieciocho trimestres consecutivos de crecimiento del PIB real, una marca digna de ser destacada en una economía que hace apenas cinco años estuvo muy cerca del abismo financiero.

Sin embargo, esto no significa que España pueda cantar victoria. La realidad es que existen ciertos riesgos financieros. "España sigue teniendo elementos de potencial vulnerabilidad financiera", asegura Domingo García Coto, director del Servicio de Estudios de BME.



El déficit público es uno de esos riesgos. "Los niveles de déficit fiscal que se han producido en el periodo posterior a la crisis no son sostenibles y esto a la larga puede provocar caídas importantes del nivel de actividad económica", advierte García Coto.

La deuda, el desequilibrio fiscal y la posición de España en la inversión internacional, son otros de los tres riesgos que destaca BME.