La economía alemana escapa de la recesión técnica en el tercer trimestre gracias al fuerte gasto de los consumidores que ha ayudado a que la economía haya crecido un 0,1% intertrimestral y haya batido las expectativas de los analistas que auguraban una contracción de un 0,1%.
El gasto de los hogares privados y del Estado fue mayor que en el segundo trimestre, según la oficina de estadísticas alemana que agrega que la construcción también apoyó el crecimiento.
Las exportaciones también subieron y las importaciones se han mantenido en un nivel similar al del trimestre anterior lo que sugiere que el comercio neto tuvo un impacto positivo en la economía.
"No tenemos una recesión técnica, pero las cifras de crecimiento siguen siendo demasiado débiles", ha señalado el ministro de Economía Peter Altmaier a la televisión pública ARD.
Sin embargo, la oficina de estadística ha revisado a la baja la tasa trimestral del PIB para el segundo trimestre a una contracción intertrimestral del 0,2%, frente a una caída del 0,1% registrada anteriormente.
La economía alemana se desacelera debido, entre otras causas, a la guerra comercial, el enfriamiento de la economía china, el brexit y también le afecta la transformación del sector automovilístico.
De hecho, esta mañana la automovilística Daimler ha asegurado que el endurecimiento de las normas de emisiones afectará a los beneficios de 2020 y 2021, lo que le va a obligar a buscar recortes de costes de personal en 1.000 millones de euros en Mercedes Benz Cars para finales de 2022.
La mayoría de los analistas no espera que haya un recesión en el futuro próximo a pesar de que se está registrando una ralentización del crecimiento, según el último informe del Consejo Asesor de Economistas del Gobierno alemán, conocido como el grupo de los "cinco sabios".
Lo que sí se espera es que en este año el crecimiento esté claramente por debajo del de 2018, cuando el PIB tuvo una subida del 1,5 %. Según el pronóstico de los sabios, el crecimiento este año será del 0,5 %.