Exactamente 31 minutos después ya será oficialmente el Comandante en Jefe del país. Trump jurará el cargo fuera del Capitolio sobre una biblia de su propiedad y sobre otra que usó Abraham Lincoln en su primera toma de posesión, empleada también por Obama en sus dos investiduras. Trump destaca la capacidad de su equipo: "Tenemos mucha gente inteligente, te diré una cosa que hemos aprendido, tenemos de lejos el más alto coeficiente de inteligencia que cualquier gabinete que se haya reunido".
Trump ha pasado su última noche en la Blair House, una mansión situada muy cerca de la Casa Blanca y destinada a hospedar a jefes de Estado en sus visitas oficiales a Washington. Aunque la tradición marca que tiene que estar los días anteriores allí, Trump ha permanecido en Nueva York. Antes de la ceremonia acudirán a tomar un té a la Casa Blanca, invitados por el presidente saliente, Barack Obama, y su esposa, Michelle.
Donald Trump ha asegurado, durante el concierto previo a la investidura, que son "un movimiento muy especial" por el cambio
Además, ha prometido que bajo su Gobierno unificará el país y los estadounidenses, juntos, harán cosas increíbles. Trump ha insistido que volverá a hacer grande el país y que incluye a todos los estadounidenses con especial atención a las ciudades interiores del país.
Antes de ese concierto Trump se desplazó al cementerio de Arlington (Virginia), donde reposan los restos de 400.000 estadounidenses caídos en combate, para realizar una ofrenda floral a la tumba del soldado desconocido.
Una ceremonia que sirve para recordar a los caídos en todas las guerras y que tradicionalmente abre los actos oficiales de las investiduras presidenciales. Trump y su vicepresidente electo, Mike Pence, colocaron la corona de flores de manera solemne y en silencio en una ceremonia en la que se rindieron honores castrenses.
Al presidente electo le acompañaron su esposa Melania (vestida de negro y con grandes gafas de sol) y sus hijos Ivanka, Tifanny, Donald Jr. y Eric y sus respectivas familias.