La balanza comercial de China decepciona y vuelve a apuntar a una desaceleración global de la economía. Aunque el superávit comercial es el más elevado desde enero, con 52.300 millones de dólares, este superávit es resultado de un desplome de las importaciones. Las compras que China ha realizado para consumo interno han bajado un 12,5% en julio, dato que sugiere que la demanda interna está débil. La economía de China acumula 21 meses de caídas consecutivas en las importaciones. Como los datos corresponden al mes de julio, algunos economistas interpretan que las cifras recogen una moderación del consumo ante la incertidumbre que ha provocado el Brexit. La misma lectura realizan los analistas para las exportaciones. Las ventas al exterior de China han caído un 4,4% en julio, bajada superior a la esperada. Las exportaciones chinas han caído en 12 de los 13 últimos meses.
Estas cifras ofrecen sensaciones negativas de cara a los datos del tercer trimestre del año para una economía que está creciendo a su ritmo más lento en 25 años.
Por regiones, las exportaciones China a Estados Unidos, su principal mercado comprador, han bajado un 2%, y las ventas a la Unión Europea, su segundo mercado, han retrocedido un 3,2%. Esas exportaciones a la Unión Europea podrían descender más este otoño si se confirma la recesión en Reino Unido y un impacto negativo del Brexit en el resto de economías socias de la Unión Europea. Respecto a las importaciones, China ha bajado un 23,2% las compras que le hace a Estados Unidos.
En lo que llevamos de año, las exportaciones chinas acumulan una caída del 7,4% y las importaciones un retroceso del 10,5%.
La caída superior al 6% del yuan en el último año, no obstante, ayuda a China a mantener la competitividad de sus productos en el exterior.
Fuerta caída de las importaciones en China
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