Diez de la noche. Te dispones a ver un capítulo de tu serie favorita. El teléfono vibra y emite un corto pitido. Es tu jefe. Te recuerda por WhastApp la reunión de mañana. Sigue escribiendo: “no te olvides de la presentación comercial”. Nuevo pitido: “Y no llegues tarde”. Debate en tu cabeza: “¿Debo o no debo contestar a estas horas? ¿Por qué no puedo desconectar del trabajo?"
La tecnología ha supuesto todo un reto para los que trabajan por fomentar la desconexión del trabajo fuera del horario laboral. A pesar de usar argumentos que van realmente a favor de la propia empresa.
“¿Realmente es bueno estar conectado 24 horas al día durante toda la semana?”, se pregunta José Luis Casero, presidente de la Asociación para la Racionalización de Horarios Españoles (ARHOE). “Los trabajadores son personas que tienen que desconectar para descansar y estar en condiciones óptimas para que en el tiempo de trabajo sean productivos y competitivos”. Casero defiende, por tanto, que interferir en el descanso y la desconexión de los empleados es, a la larga, malo para la empresa.
Creatividad
El problema es que, en España, un 65% de los trabajadores se siente requerido por la empresa fuera del horario laboral, y para ellos es difícil desconectar. En el caso de los directivos, el porcentaje se eleva al 90%. Los datos los ofrecía Edenred a finales del año pasado. La psicóloga Patricia Ramírez cree que esto anula la creatividad y la productividad. “Porque cuando desconectas vuelves a conectar con tu paz, la familia… y eso favorece el pensamiento creativo”
Desconectas del trabajo, por tanto, para conectar con una actividad que realmente te plazca y relaje el cerebro, para fomentar la creatividad y generar nuevas ideas. Pero la desconexión más importante es el descanso. “Cuando desconectas puedes descansar, sobre todo durante el sueño, porque reparas todas las funciones cognitivas que se dañan durante el día”, apunta Ramírez.
Pero por la mañana despiertas y vuelves al trabajo. A veces incluso antes de llegar a la oficina: mientras desayunas, en el transporte público o en el coche. Y si eres autónomo o un pequeño empresario, la responsabilidad pesa aún más. ¿Qué puedes hacer entonces? “Yo soy autónomo y responsable de una pequeña empresa”, comenta José Luis Casero. “Y tenemos que aprender a organizarnos. Muchas veces, cuando llamamos a las grandes empresas a partir de las seis de la tarde, allí ya no queda nadie. Tenemos que aprender de eso”.
El deporte como desconexión
Hay que sacar tiempo, por tanto, para relajarse y reponer energía. Fran Chico, director general de publicaciones deportivas de Motorpress, lo tiene claro. Una actividad ideal para hacerlo es el deporte. “Es una muy buena oportunidad de romper con lo que estamos haciendo, cambiar de mente y centrarte en lo que seguramente es tu pasión”, explica.
Chico es, además, junto a +Cuota, uno de los impulsores de la iniciativa Mi Empresa es Saludable, que ha entregado recientemente sus premios anuales a las empresas que cuidan a sus trabajadores. Y alerta de un peligro: hoy en día, la tecnología hace que no desconectemos del todo. “Al mundo del deporte ha llegado también la conexión, por la tecnología. Estamos pendientes del dispositivo GPS cuando corremos o de cómo va la actividad que estamos realizando”, comenta. Y da un consjo: “Yo recomiendo no ser muy esclavo. Yo a veces prefiero salir sin GPS, tranquilo y muchos días ni siquiera con reloj”
Al menos un tiempo al día sin estar pendiente del reloj, del móvil y evitando el estrés. Es la fórmula ideal para lograr la desconexión digital.
Jefe: en Semana Santa, deja que tus empleados desconecten
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