10 años del rescate a la banca española. Una década de la primavera de 2012 en la que España se debatía en la calle entre la prima de riesgo mientras en Bruselas y Fráncfort luchaban con hacer, como fuese, sobrevivir al euro. Fin de una etapa que hoy, una década después, ha transformado al sector.
Escucha los últimos 10 años de relato en este podcast de Mercado Abierto:
Bankia, el mayor exponente de las antiguas cajas de ahorros que cayeron en la desgracia, se convierte en el modelo de éxito de un sistema que ahora "podría aguantar"
9 de junio de 2012. Sábado. España vibraba entre campos de fútbol con una Eurocopa que pasaría a la historia por aquello de que fuimos campeones. Mientras, en La Moncloa, el Gobierno, se lanzaba a los brazos de los halcones. Pedía una ayuda que tuvo que haber llegado antes.
El entonces ministro de Economía, Luis de Guindos, anunciaba que España iba a solicitar una ayuda al Banco Central Europeo de 100.000 millones de euros para recapitalizar al sistema bancario herido de casi muerte tras años de números rojos como consecuencia de una sobreexposición a un ladrillo que estalló entre una grave crisis financiera que no recuperó balances.
Mientras, en Fráncfort y Bruselas, las instituciones europeas con Mario Draghi a la cabeza del BCE lo tenían claro: había que salvar el euro como fuese. Mítico ya el whatever it takes to preserve the euro que en España aterrizó en billetes.
No somos los mismos
10 años después el mundo ha cambiado tanto que el rescate pueda parecer menos crítico y más lejano. Entre el MEDE (Mecanismo Europeo de Estabilidad) y los hombres de negro cerramos una etapa ejemplificada en Bankia que detonó un rescate del que hoy todavía se vale, ya integrada entre las filas de la nueva CaixaBank.
Un diccionario en el que la prima de riesgo no falla. Los que sufrieron esta ayuda con condiciones ventajosas, como preferían llamarla de sde el Gobierno fueron, en la calle, los ciudadanos y luego el sistema bancario. Algo más de la tercera parte de las entidades bancarias más endeudadas hoy ya no están en un proceso de reestructuración y fusiones que hoy parece haber cerrado capítulo.
Por el camino más de 50.000 millones de euros en ayudas públicas gestionadas por el FROB, pero que les han permitido que ante una nueva crisis, la banca española pueda aguantar.
Es lo que nos dice Francisco Uría, de KPMG, que las entidades son ahora más fuertes que nunca, aunque con el control de Europa acrecentado.
En cualquier caso, una década que no ha caído en saco roto y que, lo hemos visto, ha permitido que en esta nueva crisis la banca haya pasado de ser el problema a configurarse como la solución para que los de siempre, los de abajo, no vuelvan a tener que pagar las facturas por los errores de otros.