Esta semana, Apple ha ganado una importante batalla a la Comisión Europea. El Tribunal General de la Unión Europa falló a favor del gigante de Cupertino sobre las supuestas ayudas ilegales de Irlanda a la tecnológica. Pero existe un problema de fondo: "Europa no tiene una estructura fiscal sobre la economía digital", asegura Óscar Bertrán, abogado de Cuatrecasas, del área fiscal.
El pasado 2019, Apple tributó fuera de Estados Unidos un total de 6.628 millones de dólares. "El caso Apple es el mejor ejemplo", añade Bertrán. "Las tecnológicas no están en Irlanda por el buen tiempo", apunta el experto fiscal. "La competencia fiscal es el atractivo de las empresas tecnológicas en Europa", destaca.
Pugna por los paraísos fiscales
Países Bajos, Luxemburgo o Irlanda son algunos de los nombres que se vienen a la cabeza a la hora de hablar de dumping fiscal en el Viejo Continente.
La propia Comisión Europea ya lanzó varias advertencias al país comunitario, “la evidencia sugiere que las empresas que se dedican a una planificación fiscal agresiva utilizan las normas fiscales de Países Bajos”.
"Las grandes empresas españolas no utilizan paraísos fiscales, porque no salen a cuenta", apunta Bertrán. Según un documento reciente del FMI, "los Países Bajos son el segundo mayor receptor de inversiones extranjeras directas realizadas a través de entidades de propósito especial en todo el mundo después de Luxemburgo”.
"España debería esforzarse más en tener una legislación donde todos pagaran su importe justo", sentencia el experto en materia fiscal de Cuatrecasas.
Europa, manos a la obra
La Comisión Europea podría iniciar una directiva que buscaría acabar o limitar el 'dumping fiscal' dentro de la Unión Europea utilizando el artículo 116.
Así se pondría en marcha por procedimiento legislativo ordinario, es decir, los Estados miembros afectados no podrían vetar la norma, que se tendría que aprobar con una mayoría cualificada: es decir, sumar a 15 países del total de los 27 con una población superior al 65% de toda la UE.
