Hoy, día Internacional de la Niña y de la Mujer en la Ciencia, ha pasado por los micrófonos de Capital Radio la ingeniera aeronáutica, Cristina Aleixendri, quien ha sido elegida como inspiración por el Parlamento Europeo y ENISA. Aleixendri, además, es cofundadora y directora de Operaciones de bound4blue. La emprendedora nos enseña cómo hacer un mundo mejor desde la ciencia. Aquí puedes escuchar la entrevista completa:
Aleixendri explica así el propósito de bound4blue: “fundé la empresa con dos compañeros. Lo que hacemos es volver a hacer que los barcos mercantes usen el viento. Somos ingenieros aeronáuticos, y en lugar de con velas de tela, visionamos un sistema más parecido al ala de un avión que a una vela convencional. Todo lo que da nuestra vela es combustible que no tienes que estar quemando, por lo que reducimos tanto el coste de combustible de los armadores como las emisiones contaminantes. Podemos llegar a entre un 20% y un 30% de ahorro”.
Respecto a cómo convertirse en emprendedora, la cofundadora y directora de Operaciones de bound4blue explica que: “en la universidad, al menos cuando yo estudié, no te preparan para emprender. Ha sido un proceso de prueba y error. Es muy importante algo innato que llevamos los tres miembros de la compañía: nos gusta el riesgo y resolver problemas, como este del sector marítimo”.
Cristina Aleixendri, hasta prácticamente el momento de decidir qué estudiar, quería dedicarse a la medicina. Pero una de sus profesoras le vio potencial como ingeniera al ver cómo disfrutaba al resolver de matemáticas o de física.
Inventar o financiarse, ¿qué es más difícil?
Aleixendri piensa que es tan difícil diseñar lo que no ha sido inventado como encontrar financiación: “nadie te enseña a encontrar financiación, pero vas aprendiendo. No obstante, la primera vela que vamos a integrar equivale, más o menos, a un edificio de siete plantas. Es muy complicado hacer una vela de ese calibre, por lo que tampoco quiero quitarle importancia a la ingeniería”.
La ingeniería aeronáutica supone un reto diario, pero el desafío ha incrementado aún más su dificultad con la pandemia. Así ha afectado a la empresa: “nos hemos visto afectados, estábamos inmersos en una integración en Perú y habíamos abierto una ronda de financiación. Afortunadamente, recibimos una inyección de financiación de en torno a medio millón de euros por parte de Europa, con el programa de ayudas Climate-KIC”.
Bound4blue generó el año pasado 15 puestos de trabajo directos y 30 indirectos. El objetivo de la compañía es, de aquí a 5 años, llegar a tener 180 barcos integrados con su sistema.