Pavel Gómez del Castillo, Responsable Comunicación de Crédito y Caución, ha presentado en "Capital, la Bolsa y la Vida" el último informe de la empresa en el que se prevé que el comercio mundial crezca por encima del PIB en los años 2021 y 2022. Para los siguientes sí espera una ralentización. Por la especificidad de esta crisis hay sectores que ya se han recuperado pero el de servicios registra muchas diferencias como pueda ser en el turismo.
Respecto a las regiones, señala Pavel Gómez del Castillo, también se ven estas diferencias. Por ejemplo en Asia Pacífico se ven muy bien reflejadas. Sobre la crisis de materias primas como los semiconductores se aprecian "cuellos de botella" que han incrementado los costes de exportación y que también han doblado los plazos en el comercio marítimo.
La previsión de Crédito y Caución es que se vuelva a la normalidad de forma progresiva en poco más de un año o año y medio por la capacidad de los contenedores. El caso de los semiconductores será más lento.
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El último informe de Crédito y Caución con Pavel Gómez del Castillo
El informe de CyC
Crédito y Caución prevé que el comercio mundial crezca por encima del PIB mundial en los dos próximos años, entre el 8% y el 10% en 2021 y el 6% en 2022. Sin embargo, de acuerdo con el análisis difundido en su último Economic Outlook, Crédito y Caución prevé una ralentización del crecimiento del comercio mundial a largo plazo.
El comercio internacional de bienes ha registrado una recuperación generalizada: la automoción, los bienes de equipo, los bienes de consumo y los suministros industriales volvieron a situarse en los niveles prepandemia o incluso los superaron. En comparación con el comercio de bienes, los servicios se recuperan mucho más lentamente y de forma divergente entre regiones y sectores.
Mientras que las telecomunicaciones y los servicios financieros volvieron a los niveles anteriores a la pandemia en primavera, los servicios de viajes se encuentran claramente por debajo de los niveles prepandemia debido a la depresión del turismo.
Entre las regiones, el panorama también es bastante desigual. El comercio de servicios en la región de Asia-Pacífico ya había recuperado los niveles anteriores a la pandemia a finales de 2020 mientras otras regiones sufren las restricciones impuestas, sobre todo a los viajes internacionales. Crédito y Caución prevé que en los próximos meses se acelere la recuperación del comercio internacional de servicios.
La aseguradora de crédito prevé que los actuales cuellos de botella y tensiones en la cadena de suministro mundial, que elevan los costes comerciales y dificultan el comercio, se disipen durante el próximo año y medio a medida que se amplíe la capacidad de los contenedores y se relajen las prórrogas de las aduanas y otros procesos logísticos relacionados con el Covid 19.
Sin embargo, a largo plazo, Crédito y Caución prevé una ralentización del crecimiento del comercio mundial, que se acercará a las tasas de evolución del PIB mundial. Entre 1990 y 2011, la elasticidad del comercio en relación con el PIB fue de 2,2, pero disminuyó a aproximadamente 1 durante la última década.
Esta evolución se debe a varios factores estructurales. La composición de la demanda mundial se ha desplazado hacia las economías emergentes, generalmente menos abiertas. Además, China se aleja del crecimiento impulsado por la inversión a medida que se desarrolla, lo que implica un crecimiento menos intensivo en comercio.
Las cadenas de suministro mundiales también han madurado, y la cuota global de la cadena de suministro en el comercio mundial se ha estancado desde 2011. Otros factores determinantes son las tensiones comerciales, el aumento de los costes laborales y el aumento de los riesgos de suministro. Además, la liberalización del comercio se estanca, no tanto por la imposición de aranceles, sino por las regulaciones y las barreras no arancelarias.
El clima general para el comercio mundial presenta un panorama mixto. La incertidumbre de la política comercial ha disminuido notablemente, ya que Estados Unidos actúa de forma más previsible y la amenaza de una guerra comercial con la Unión Europea es remota. Sin embargo, con China las cosas son diferentes.
La actual Administración estadounidense mantiene sin cambios los aranceles, gravámenes y compromisos de importación de productos estadounidenses. Se espera que esta situación de tregua se mantenga en 2021 y 2022 pero la cuestión de la competitividad internacional relacionada con el enfoque chino de la economía, donde las empresas estatales y las grandes subvenciones desempeñan un papel fundamental, está en la agenda de EEUU y también de la Unión Europea.