Uno de los riesgos que afronta ahora la economía mundial es el impacto del coronavirus. Para José María Roldán, presidente de la Asociación Española de Banca (AEB), es uno de los ejemplos de cómo la globalización plantea ventajas, pero también retos.
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Retos que plantea la globalización
En una conferencia organizada por AFME, la asociación de mercados financieros, Roldán ha analizado algunos de los riesgos que amenazan ahora a la economía global.
El coronavirus es una amenaza que ha surgido recientemente. Pero hay otras que hemos venido arrastrando desde hace meses: entre los retos principales están las tensiones comerciales y el Brexit.
En el primer caso, aunque se ha firmado la Fase 1 del acuerdo entre China y Estados Unidos, queda la parte más difícil. Ambas potencias lucharán por hacerse con el control de la digitalización y el 5G.
Sobre el Brexit, aunque finalmente se ha evitado el escenario del "no-deal", ahora queda por delante negociar la futura relación comercial entre ambos bloques. Algo que podría ser igual de complicado que llegar hasta este punto.
Pero, además de esto Roldán explica que la globalización también plantea retos que vienen dados por la naturaleza, como es el coronavirus. "Hay fábricas de Nissan en Japón que están paralizadas porque no les llegan piezas de China. Está afectando también a la fabricación de smartphones".
Y de hecho el coronavirus ha provocado que se haya tenido que cancelar la edición del Mobile World Congress 2020.
Para Roldán se hace evidente que la globalización trae asociados retos y dificultades, que ponen de manifiesto además lo difícil que sería volver atrás. Pero a cambio ofrece también ventajas.
Retos para la banca europea
El sector bancario europeo se encuentra con el reto de lograr rentabilidad en un entorno de tipos bajos que va para largo, "esta distorsión temporal ya no es una distorsión ni es temporal. Es algo a lo que tendremos que acostumbrarnos", señala Roldán.
En este sentido, el gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, que también ha participado en la conferencia, señala que hay que "tener cuidado a la hora de establecer relaciones causa-efecto entre los tipos bajos y la baja rentabilidad".
Entre los retos para la banca, también afronta un escenario de fragmentación, que se va a acentuar con el Brexit y que viene también marcada por las tensiones comerciales. "La fragmentación es inevitable, pero hay que minimizar el coste", decía Roldán.
Para Hernández de Cos, la banca debe por tanto reinventarse, adaptarse a la digitalización y ofrecer nuevos productos y revisar su modelo de negocio.
Aunque aquí también reconoce que la banca afronta las dificultades de competir con nuevas compañías, que también ofrecen servicios financieros, pero no están sujetos a la misma regulación. Es, sin duda, otra de las consecuencias de la globalización.