La economía de China se enfrentará a más presiones y problemas en 2017, con cambios en la política global y desafíos en las reglas económicas que añadirán incertidumbre

Este es el panorama que ha dibujado el primer ministro del país, Li Keqiang. Ha confirmado que el Gobierno de China se asegurará de que la economía funcione y que mejore la calidad y eficiencia del crecimiento.


El presidente del país, Xi Jinping, ya está en Suiza para asistir al Foro de Davos dónde defenderá el libre comercio frente a las medidas proteccionistas anunciadas por el presidente electo de los EEUU, Donald Trump. Mañana Xi pronunciará su discurso en la ceremonia de inauguración de Davos y el miércoles intervendrá en la sede de la ONU en Ginebra. Será el primer jefe de Estado de China que asista al foro Económico Mundial.

Los inversores globales debaten si los líderes chinos aceptarán una expansión más modesta este año, ante preocupaciones sobre riesgos derivados de años de estímulo alimentado por deuda, impulsado a su vez por una obsesión política con el cumplimiento de las metas oficiales.


El crecimiento económico podría frenarse a un ritmo de 6,5 por ciento este año desde alrededor de 6,7 por ciento en 2016, dijo este mes un grupo de expertos dirigido por el Gobierno. La producción industrial podría crecer 5,9 por ciento, menos que el estimado 6,1 por ciento de 2016.


El viernes, la agencia de aduanas de China dijo que será difícil que el comercio internacional del país mejore este año, especialmente si la toma de posesión del presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, y otros cambios políticos mayores limitan la expansión de las exportaciones chinas debido a nuevas medidas proteccionistas.


Trump hizo su campaña prometiendo calificar a Pekín como un "manipulador cambiario" en su primer día en la Casa Blanca y ha amenazado con aplicar altos aranceles a los productos chinos.