El Fondo Monetario Internacional urge a China para que acelere el proceso de reformas estructurales, especialmente en el sector financiero y las empresas estatales, para consolidar su crecimiento económico.
En su informe anual sobre la situación de la segunda economía mundial, el FMI insistió también en la importancia de favorecer el incremento del consumo privado como motor de la economía, por encima de la inversión, tradicional herramienta del Gobierno comunista chino para promover el crecimiento.
El documento señala que el Gobierno de Pekín ha tomado medidas "cruciales", y se destaca que el endeudamiento de las empresas crece más lentamente como resultado de iniciativas de reestructuración y reducción del exceso de capacidad.
También se constata que el riesgo de estallido de una burbuja inmobiliaria "está siendo contenido" y se ha reducido el inventario de viviendas sin vender.
El documento subraya que la creación de empresas se ha triplicado tras la reforma de 2014 y se ha publicado el borrador para la reforma de las relaciones presupuestarias entre la administración central y las locales.
Sin embargo, el FMI insiste en que hacen falta más medidas para asegurar la continuación de la marcha de la economía de China, que creció un 6,9 % interanual en el primer trimestre de este año, tras incrementarse en un 6,7 % en 2016.
Entre otras recetas, el Fondo recalca acelerar la reforma de las empresas estatales, favoreciendo las quiebras y las desapariciones; una política macroeconómica más centrada en la calidad y sostenibilidad del crecimiento y no en objetivos cuantitativos; seguir afrontando los riesgos del sector financiero y promover aún más el consumo privado.
El primer ministro de China, Li Keqiang, insiste en la importancia de las reformas para la modernización del país.
Y quiere empezar por transformar las funciones del propio gobierno. Para ello se ha propuesto simplificar los trámites administrativos, delegar poder a niveles inferiores y mejorar la regulación y los servicios. Las empresas que creen empleo pagarán menos impuestos. También quiere fomentar la inversión eliminando totalmente las trabas al capital extranjero y tener unos servicios públicos más eficientes.
"China debe trabajar más arduamente para transformar las funciones del gobierno, con el foco puesto en simplificar la aprobación administrativa, delegar poder a niveles inferiores y mejorar la regulación y los servicios", afirmó el primer ministro chino, Li Keqiang en declaraciones que recoge la agencia Xinhua. "La reforma es una profunda revolución del propio gobierno", señaló Li en una teleconferencia.
Al ratificar los logros previos, Li señaló que la reforma a las funciones del gobierno ha tenido un papel importante en impulsar el desarrollo económico, alimentar el nuevo ímpetu de crecimiento y promover la justicia social.
El gobierno debe hacer que las autorizaciones sean más simples, la supervisión sea más firme y los servicios sean mejores, agregó Li.
Según Xinhua, el primer ministro enfatizó que la reforma de la función del gobierno ha entrado en una "zona de agua profunda" y las autoridades de todos los niveles deben perseverar en impulsarla, y adoptar acciones tomando en cuenta las voces de las entidades del mercado y del público.
A pesar de una economía estabilizada, Li dijo que China sigue enfrentando dificultades y desafíos, y pidió esfuerzos concertados para seguir adelante con la reforma estructural enfocada en la oferta y otras tareas gubernamentales clave.
El FMI le pide a China más reformas
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