China sella su primera aceleración anual desde 2010 y da un balón de oxígeno al gobierno de Li Keqiang, preocupado por reducir el excesivo endeudamiento y contener los riesgos financieros. El PIB avanza un 6,8% anual en el cuarto trimestre de 2017, un dato que supera las previsiones e iguala el crecimiento del trimestre precedente.
La llamada segunda economía mundial registra un crecimiento anual final del 6,9%. El dato supera las previsiones del propio gobierno que estimaba un crecimiento del 6,5% desde el avance del PIB del 6,7% registrado en 2016 y que fue el menor dato de los últimos 26 años.
En tasa trimestral, el PIB chino crece un 1,6%, comparado con el dato revisado al alza hasta el 1,8% del periodo julio-septiembre, según la oficina de estadísticas del país.
Por otro lado, las ventas minoristas crecen un 9,4% en diciembre en tasa anual, aunque este dato es inferior a lo esperado. Además, la producción industrial avanza un 6,2% y el gasto de capital fijo un 7,2%, su menor tasa desde 1999.
La renovada expansión del gigante asiático respalda la misión del presidente Xi Jinping, cuyas metas para los próximos años son reducir la deuda, la pobreza y la contaminación. China también se beneficia del crecimiento global sincronizado que beneficia las exportaciones del país.
Vuelve a subir el precio de las viviendas nuevas en China
El precio de las viviendas crece en 57 de las 70 ciudades analizadas, frente a las 50 donde subió en noviembre y a pesar de que el gobierno ha prolongado sus medidas para frenar la especulación inmobiliaria. Los precios caen en siete ciudades y se mantienen sin cambios en seis. En las grandes urbes, bajan ligeramente o se mantienen. En Guangzhou y en Shenzhen desciende un 0,2%, mientras que repunta un 0,3% en Shanghai.
China crece un 6,9% en 2017 y bate todas las expectativas
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