Se ha apoyado en el mayor gasto del Gobierno y en el auge del sector inmobiliario que han compensado la debilidad de las exportaciones. El PIB ha crecido un 1,8% respecto al trimestre previo. El Gobierno ha fijado una meta de crecimiento de entre un 6,5 a un 7% por ciento para el año. La oficina de estadísticas ha señalado que aún persisten muchos factores de incertidumbre en la economía y que los cimientos para un crecimiento sostenido no son sólidos. "La economía nacional progresó de manera robusta, la calidad (del crecimiento) mejoró, y el desempeño general fue mejor que lo esperado", dijo la oficina de estadísticas en un comunicado.
Sin embargo, añadió, "hay que ser conscientes de que el desarrollo económico (de China) continúa en un proceso delicado de transformación".
"Los viejos motores del crecimiento van a ser reemplazados por nuevos. Una gran cantidad de factores están marcados por la inestabilidad y la incertidumbre, las bases de un crecimiento económico continuo no son lo suficientemente sólidas", observó el instituto.
También en China se han publicado datos de septiembre como el de producción industrial que ha subido un 6,1% interanual, por debajo de lo esperado.
Sí ha batido previsiones con la cifra de ventas al por menor que han repuntado un 10,1% interanual y con la inversión en activos fijos que ha mejorado un 8,2% entre enero y septiembre. Han sido sobre todo las empresas estatales las que han incrementado la inversión con una subida de un 21,1% mientras que el repunte de la inversión privada ha sido de apenas un 2,5%.