El IPC de China aumenta un 1,8 por ciento interanual en el mes de julio, una décima menos que en junio. La inflación sigue así en los márgenes marcados por el Gobierno, lejos del máximo fijado para este año del 3 por ciento.

La subida de sólo dos décimas en julio se debe al precio de los alimentos, que frenaron su subida. El coste del cerdo aumentó un 16 por ciento interanual en julio, muy por debajo del 30 del mes anterior.

Desde enero, China calcula el IPC por medio de una nueva base de datos que incluye más productos y servicios y reduce ligeramente el peso de los alimentos en su estimación.

El Buró Nacional de Estadísticas también ha publicado el índice de precios al productor (IPP), de julio que mide la variación en el sector mayorista, bajó un 1,7 por ciento con respecto al mismo periodo de 2015, cumpliendo su quincuagésimo tercer mes consecutivo en deflación.


A pesar de que el IPP continúa en declive, consiguió registrar una bajada menor en julio, pues en junio cayó hasta un 2,6 por ciento.

La inflación se publica un día después de que se conociera que las exportaciones de la segunda economía mundial denominadas en dólares cayeron un 4,4 por ciento interanual en julio, mientras que las importaciones bajaron un 12,5 por ciento interanual.


Sin embargo, al hacer el cómputo en yuanes -la moneda china-, las exportaciones subieron un 2,9 por ciento en julio con respecto al mismo mes de 2015 y las importaciones bajaron un 5,7 por ciento, una diferencia que se explica por el valor del dólar, que se ha revaluado alrededor de un 7 por cien con respecto a la divisa china en el último año.