Dicen que el sexo y el dinero mueven el mundo. Eso debió pensar el creador de Onlyfans, Leonid Radvinsky, al convertir la plataforma en una mina de contenido para adultos. Ahora, rechaza su propia creación y anuncia que a partir del 1 de octubre prohibirá la publicación de contenido sexualmente explícito en la interfaz.
Las razones de este cambio repentino: atraer inversores para una futura valuación de 1.000 millones de dólares. ¿Seguro?
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El crecimiento de OnlyFans en el último año no tiene paralelismos. La app pasó de 13,4 millones de usuarios a 82 millones en 2020, y superó la barrera 130 millones en tan solo seis meses más, en 2021. La irrupción de la pandemia y la desaparición del contacto interpersonal, catapultó su ascenso, permitiéndole superar con facilidad a otros veteranos del sector como Bongacams o Chaturbate.
Su fórmula de éxito tampoco se le escapa a nadie. Ofrecer contenido pornográfico bajo suscripción, dónde la compañía obtiene un generoso porcentaje, el 20% por trasferencia realizada, nada menos. Para calcular sus beneficios, solo hay que echar cuentas. Según una investigación del New York Times, cerca de dos millones de personas viven de esta fuente de ingreso en la actualidad. Les soplo la cifra, en este último año y medio, la empresa matriz de Onlyfans, Fénix International, ha obtenido 375 millones de dólares de ingresos.
Entonces, ¿por qué abandonar un negocio tan lucrativo?
A través de un comunicado, la empresa explicó que la decisión busca “cumplir con las solicitudes de nuestros socios de medios de pago” y “asegurar la sostenibilidad a largo plazo de la plataforma”, a partes iguales.
Es decir, que la compañía está dispuesta a perder su audiencia más fiel, con tal de encontrar un modelo de negocio sostenible en el tiempo capaz de atraer a nuevos inversores. Incluso, otras informaciones, proporcionan aún detalles. La firma perseguiría una futura valuación de 1.000 millones de dólares a finales de año, lo que le convertiría en una empresa unicornio. Pues tampoco…
La prohibición del porno en Onlyfans, al desnudo:
A menudo la verdad reside delante de nuestro ojos, aunque disfrazada para poder camuflarse. De acuerdo con las últimas informaciones procedentes de medios estadounidenses, la verdadera razón de este movimiento estriba en los planes particulares del propio dueño para el futuro.
Radvinsky, quién compró la web en 2018 para convertirla en lo que es hoy, podría haberse cansado de su juguete roto. La compañía, acusada por su escasa protección a las actrices y señalada por no controlar la entrada de menores en la plataforma, está generando demasiados problemas de cabeza a su CEO.
Ahora, cuando el proyecto pasa por su mejor momento, con un equipo de 11 empleados solamente, es tiempo de sacar tajada. De esta forma, su venta podría ayudar a Radvinsky a relanzar su negocio original, MyFreeCams, un portal para consumir contenido pornográfico que dirige desde inicios de los 2000 y que está basado en otro tipo de modelo de negocio: la publicidad.
La decisión puede entenderse con un solo dato, la pornografía es el negocio más lucrativo de Internet. La opacidad de la redes dificulta su rastreo y hace prácticamente imposible tasar con fiabilidad las cantidades ingentes de dinero que mueve al año. Pero según expertos, podría rondar los 100.000 millones de dólares (unos 88.000 millones de euros) anuales… Por delante de la industria farmacéutica o la alcohólica.
Al final, la expresión va ser cierta. Al menos en parte. El dinero sigue siendo el motor que mueve el mundo.