La Comisión Europea ya no descarta que Grecia salga del euro, el accidente económico negado durante meses siquiera como un escenario ante el que prevenirse. El presidente Jean Claude Juncker fue rotundamente claro en la noche del martes al reconocer que su equipo “ha preparado al detalle el escenario del Grexit”.

Hay una fecha clave que condiciona las negociaciones in extremis del acuerdo. El 20 de julio Atenas debe tener suficiente dinero para devolver al BCE más de 3.000 millones de euros. Para conseguir ese financiación, Grecia y los socios del euro deben pactar un tercer rescate. Y hacerlo antes de aquí al domingo. De lo contrario, no habría tiempo material para garantizar la liquidez.

Por primera vez, Juncker pone la venda antes de que ocurra esa profunda herida en el euro. “Estoy completamente en contra del Grexit pero no puedo evitarlo si el gobierno griego no hace lo que esperamos de ellos”, recalcó el presidente de la Comisión en rueda de prensa. Para evitarlo, de aquí al domingo habrá dos Eurogrupos.

El primero por telefóno de aquí al jueves, la fecha límite fijada para que Atenas envíe su petición oficial de ayuda al ESM y una lista de nuevas reformas que den credibilidad a su demanda. El segundo Eurogrupo será el sábado, de nuevo con los 19 ministros de la moneda única en Bruselas.

¿Cómo sería el rescate que empezarían a diseñar a partir del domingo? Un dos en uno. Primero, un crédito puente como mínimo durante julio para que Atenas pueda pagar al BCE o FMI. Financiación a corto plazo usando 3.300 millones de euros procedentes de los beneficios que el BCE obtuvo en 2014 y 2015 por comprar deuda griega con el rescate de 2012.

La segunda pata empezaría en agosto, en la versión más corta de la primera, o en otoño. Un rescate financiado por el ESM de varios años con plazos de entrega de dinero a cambio de cumplir una agenda de reformas. Desde octubre de 2015 hasta el 2018 Grecia necesita financiación externa por 52.000 millones de euros, según el FMI.

Y falta un capítulo interesante. El lunes 13 de julio otro Eurogrupo, el día escogido para que los ministros de la moneda única elijan a su nuevo presidente. ¿Seguirá Jeroen Dijssebloem o Luis de Guindos tomará el relevo? ¿Es necesaria una cara nueva, la del español, para dirigir los próximos años de la tragedia griega o el holandés se ha ganado seguir en el puesto tras lidiar con Syriza?

Xandre Mato desde Bruselas