El BCE ha permitido retomar el pago de dividendos, aunque ha recomendado una prudencia extrema debido a la incertidumbre sobre el impacto económico por la pandemia.
Tan solo podrán acogerse a esta autorización aquellos bancos que gocen de rentabilidad y que tengan trayectorias de capital sólidas.
Además, para llevar a cabo el reparto de dividendos, las entidades deberán ponerse en contacto con su equipo de supervisión para determinar si el nivel de distribución previsto es prudente.
Desde el Banco Central Europeo se han impuesto una serie de condiciones por las que "se espera que los dividendos y recompras de acciones se mantengan por debajo del 15 % del beneficio acumulado de los ejercicios de 2019 y 2020 y no sobrepasen los 20 puntos básicos de la ratio de capital de nivel 1 ordinario (CET1)".
De los dos condicionantes anteriores, las entidades deberán escoger el de menor cuantía.
El BCE, a su vez, solicita también a los bancos que "se abstengan de repartir dividendos a cuenta de sus beneficios de 2021".
Así valora esta decisión José Ignacio Gutiérrez, vicesecretario general de la Confederación de Cuadros y Profesionales:
El vicesecretario general de la Confederación de Cuadros y Profesionales, José Ignacio Gutiérrez, entiende esta "pequeña abertura" como una "demostración de recuperación".
La recomendación es no repartir dividendos
En cualquier caso, la recomendación general del BCE es no repartir dividendos o limitar su pago hasta el 30 de septiembre de 2021.
A finales de marzo, el BCE recomendó a los bancos, al menos hasta el 1 de octubre de 2020, abstenerse de repartir dividendos y de recomprar acciones para remunerar a los accionistas. Y a finales de julio, prorrogó la recomendación relativa al reparto de dividendos hasta el 1 de enero de 2021.
El BCE dice ahora que esa recomendación temporal de marzo y su prolongación en julio "refleja las excepcionales y difíciles circunstancias a las que se ha enfrentado la economía europea en 2020".
Al revisar su recomendación, el BCE reconoce que se ha reducido la incertidumbre en las proyecciones macroeconómicas y que, pese a los retos, el sector bancario europeo ha mostrado resistencia en esta crisis.
Esta nueva sugerencia tendrá validez hasta final de septiembre de 2021.