El Banco Central Europeo (BCE) no ha dado una sorpresa en el final de la semana. Tal y como se esperaba, el supervisor levantará el veto sobre el reparto de dividendo a los accionistas de las entidades de la zona euro y las recompras de títulos que pesan sobre el sector desde el estallido de la pandemia de la COVID-19 en marzo de 2020.
El organismo comunitario considera que, pese a que la emergencia sanitaria todavía no haya cesado, la evolución macroeconómica de los 19 países avala una decisión que se toma tras la actualización de la hoja de ruta respecto a la inflación en el entorno del 2% y la estaticidad sobre las compras en el marco del Programa de Compras de Emergencias Pandémicas (PEPP) y los tipos de interés.
Sin embargo, tal y como ha confirmado la entidad en un comunicado este viernes, que se levanten las restricciones a partir del próximo 1 de octubre no quiere decir que a situación vuelva "completamente" a la normalidad y avisa que volverá a poner en marcha sus análisis periódicos tradicionales para valorar la idoneidad de la remuneración al accionista.
"Los bancos deben seguir siendo prudentes a la hora de decidir sus políticas de reparto de dividendos y recompra de acciones, vigilando cuidadosamente la sostenibilidad de su modelo de negocio", apuntan en el texto.
El Consejo de Supervisión Bancaria del BCE, presidido por Andrea Enria, recomienda asimismo "no subestimar el riesgo que pérdidas adicionales puedan tener más adelante en el capital conforme las medidas de apoyo al crédito vayan llegando a su fin".