La fuga de depósitos en Cataluña asciende a 31.400 millones a finales de 2017 provocada tras el referéndum ilegal de independencia en Cataluña del pasado 1 de octubre, según los datos actualizados del Banco de España.
El saldo de depósitos de clientes en las sucursales en Cataluña pasa de 184.734 millones a cierre de septiembre, justo antes del referéndum, a 153.335 millones a finales de 2017, la cifra más baja desde junio de 2006.
A pesar de que el Gobierno tomó el control de la Generalitat y se convocaron elecciones, el dinero siguió huyendo en la recta final de 2017 hacia otras regiones, aunque ello no quiere decir que saliera de las entidades, puesto que algunas ofrecieron a los clientes abrir cuentas en las propias sucursales del banco en otras regiones.
Por otro lado, el organismo calcula que Cataluña crecerá menos que la media nacional. Cree el BdE que el primer trimestre del año será "algo menor" respecto al del conjunto de la economía española, que según sus previsiones se situará en el 0,7%.
A estos datos hay que añadir que la inversión extranjera en Cataluña desciende un 40% en 2017 mientras que en otras regiones sube con fuerza como en el País Vasco un 70% o en Madrid un 25%, según datos del Ministerio de Economía.
En otros asuntos, la economía española crecerá un 2’7% en 2018, según las últimas proyecciones de Banco de España. Para 2019 la entidad prevé un incremento del 2’3% del PIB y del 2’1% en 2020. Esta mejora de las previsiones se apoyan sobre todo en la disminución de las tensiones con Cataluña.
Pero este escenario de crecimiento del PIB no está exento de riesgos. ¿Cuáles son las principales amenazas? Que Trump intensifique sus medidas proteccionistas en EEUU y el impacto que pueda tener sobre el sector financiero la normalización de las políticas monetarias en las economías avanzadas.
Mientras, siguen presentes otros elementos de incertidumbre como la falta de definición del acuerdo entre Reino Unido y la UE, la formación de Gobierno en Italia. Tampoco descarta un posible rebrote de las tensiones con Cataluña, pese a la moderación actual de las incertidumbres políticas.
Sobre la evolución del empleo, el ritmo de crecimiento será más moderado con alzas del 2'7% este año, del 2% en 2019 y del 1'9% en 2020. Ese nivel de ocupación elevado permitirá que la tasa de paro se reduzca hasta el 15'1% este año, al 13'3% en 2019 y para 2020 espera que descienda a niveles del 11%, todavía superior a los niveles pre-crisis.
En cuanto evolución del IPC, Banco de España rebaja dos décimas la previsión de inflación para 2018 al 1'2% influenciada por el componente energético que vivirá un repunte en los próximos meses hasta alcanzar un pico en verano y se desacelerará de nuevo a finales de año.
En general, Banco de España espera que la actual fase expansiva se prolongue gracias al desendeudamiento del sector privado y a la consecución de superávits de forma continuada. La entidad también prevé una política fiscal más expansiva gracias al reciente acuerdo en materia salarial y de empleo público entre el Gobierno y los sindicatos. Aunque esta previsión positiva queda empañada por la ausencia de Presupuestos Generales del Estado para el periodo 2018-2020.
La banca catalana pierde 31.400 millones a finales de 2017
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