"No vemos ninguna señal de que se vayan a producir efectos de segunda ronda", asegura Óscar Arce, director general de Economía y Estadística del Banco de España en relación a las consecuencias que podría tener el incremento de las presiones inflacionistas - 5,7% de crecimiento interanual en noviembre - en los sueldos de los trabajadores.
Mientras sube la factura de la cesta de la compra, el Banco de España no estima que lo vayan ha hacer, en la misma medida, las nóminas de los empleados, pero, ni siquiera, en un horizonte a largo plazo cuando se espera que las subidas de los precios se mantengan en el entorno del 2", en consonancia con las proyecciones del Banco Central Europeo (BCE).
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"Subirán los precios, pero no los sueldos", afirma Arce citando los "efectos de segunda ronda" de la recuperación económica derivada y posterior a la crisis provocada por la pandemia de la COVID-19.
El conjunto de convenios firmados hasta noviembre de 2021, con una tasa "algo más baja de la de 2020", contemplan una subida de los sueldos sobre el entorno del 1,5%, muy por debajo de lo registrado durante las últimas dos décadas y de la tasa de inflación presente en estos momentos.
"No contemplamos que se vayan a dar estos efectos de permeabilidad", confirman desde el Banco de España.
El paro bajará, pero lentamente
La revisión de las proyecciones del supervisor también contemplan una "recuperación progresiva" del empleo con tasas que se colocarían, de cara a 2022 sobre el 14,2% - tras cerrar 2021 sobre el 15% - hasta firmar el 12,4% en 2024.
"Se mantiene una recuperación del empleo clara, incuestionable", asegura Arce quien, al tiempo, asegura que la mejoría de los niveles de tasas de ocupación laboral no será igual en todos los sectores con un gran damnificado: el turismo donde "va a costar más volver a los números previos a la pandemia".