El director general de la Asociación Española de Distribuidores de Autoservicio y Supermercados (ASEDAS), Ignacio García Magarzo, ha repasado en Capital Radio el desempeño del sector durante la pandemia. Mantener el suministro en los supermercados en un momento tan complicado, hizo a ASEDAS merecedora de un galardón durante los III Premios Capital Radio. Magarzo destaca que, en España, "La alimentación no es un problema, tenemos una distribución muy buena". Aquí puedes escuchar la entrevista completa:
Ignacio García Magarzo, director general de la Asociación Española de Distribuidores de Autoservicios y Supermercados, responde a las preguntas de Luis Vicente Muñoz.
Ignacio García Magarzo, cuenta que ”el sector sigue respondiendo al mayor reto que ha tenido nunca, que es garantizar el abastecimiento en estas circunstancias tan difíciles, y conseguir que la alimentación no sea un problema añadido a los muchos que tenemos”.
Magarzo se congratula del reconocimiento que el sector está recibiendo en este escenario tan complejo: "es un momento de reconocimiento por parte de la sociedad, no solo el Premio Capital Radio que tuvimos el honor de recibir. Siempre nos habíamos quejado de que los ciudadanos vivían un poco de espaldas a la distribución".
El director general de ASEDAS, Ignacio García Magarzo, ha destacado la fortaleza de la distribución en nuestro país, lo que ha evitado que la alimentación se convierta en un problema añadido a las dificultades sanitarias provocadas por la pandemia:
“Tenemos una distribución muy buena, que está muy próxima a los ciudadanos y que ha respondido a un problema muy grave. La alimentación no es un problema, y además seguimos trabajando para competir y facilitar un surtido excelente con muy buenos precios. Es algo que antes teníamos y no percibíamos y que, quizás, ahora percibimos un poco más”.
El ejemplo de los trabajadores de supermercados
Las personas que trabajan en la distribución y en los supermercados se vieron obligadas a trabajar mientras todo el mundo se confinaba para protegerse, convirtiéndose en permanentemente observados como trabajadores esenciales, esto dice sobre ellos Magarzo:
“Siempre que tengo oportunidad, les rindo un homenaje, porque fue increíble como en la segunda y tercera semana de marzo, los ciudadanos se agolparon para hacer un acopio que luego, afortunadamente, se vio que no era necesario, y todos nuestros trabajadores estuvieron ahí desde el primer momento. Demostraron un enorme compromiso con el servicio que prestan a la sociedad”.
En cuanto a los empresarios de los supermercados, el director general de ASEDAS afirma que “afortunadamente también respondieron de una forma increíble, con una gran flexibilidad. Buscaron equipos de protección, cuando el propio Estado tenía problemas para acceder a ellos. Ello permitió convertir las tiendas en un espacio seguro, tanto para los trabajadores como para los ciudadanos”.
Muchos ciudadanos acapararon más de lo necesario, pero no se alcanzó el colapso debido a que “hemos podido comprobar la eficiencia del sistema logístico. En circunstancias de un transporte correcto, el tiempo que transcurre desde el campo hasta la tienda, pasando por los almacenes, son ciclos de menos de 24 horas”.
Sin embargo, García Magarzo admite que “es verdad que cuando la gente acumuló productos, tuvimos falta de ciertos productos en las estanterías, pero que duraban, afortunadamente, muy pocas horas. Un producto no estaba a mediodía pero por la tarde ya se había repuesto, y eso se debió al enorme esfuerzo de los trabajadores, que demostraron que eran capaces de doblar turnos y hacer lo que fuera necesario para devolver la tranquilidad”.
Racionalizar las normativas, una demanda del sector
El sector está pidiendo a la Comisión Europea un relajamiento del incremento normativo que se impuso por la COVID-19: “hay unas razones que justifican que estemos sometido a una presión normativa enorme como consecuencia de la gestión del coronavirus, pero esa presión no cede y no se está racionalizando lo suficiente. Se estima que el incremento de las normas que se han aplicado al sector de comercio ha sido de un 400%".
La gestión de la pandemia hace cambiar horarios, aforos y surtidos constantemente, lo que “complica muchísimo a las empresas la gestión normal de este desafío, además de aumentar los costes. Pedimos que se vuelva a la normalidad normativa antes de volver a la normalidad en el resto”.
El constante cambio de las normas, en el que, según Magarzo, “cada semana, primero el Estado, y ahora las comunidades autónomas, dictan nuevas normas en cada territorio, está teniendo unos efectos muy importantes sobre un sector que es esencial y que está trabajando lo mejor que puede”.
Desde ASEDAS se pide que se escuche más al sector para así racionalizar las normativas: “en el diálogo entre las autoridades sanitarias y el resto, tenemos siempre la percepción de que no se escucha suficientemente ni a la administración que se ocupa de los sectores, ni a los sectores mismos”.
Ignacio García Magarzo explica que “aparentemente hay diálogo porque se nos convoca a reuniones, pero luego las normas se aprueban por la noche, entrar en vigor al día siguiente y en muchos casos presentan requisitos que son muy difíciles de cumplir.
Esto tiene que cambiar, porque si esto dura, va a acabar teniendo un impacto en términos de coste y de eficiencia del sector".