Una economía en desaceleración constante en los últimos tres años, una inflación galopante, falta de acceso al dólar, menores exportaciones y baja inversión extranjera; son algunos de los retos a los que se enfrenta el próximo Gobierno en Argentina. Tras la cita de ayer con las urnas, los argentinos vuelven a verse las caras el 22 de noviembre, en una segunda vuelta inédita que evidencia la división del país.

La era Kirschner (2003-2015) ha dejado importantes avances en el país, como la reestructuración de la deuda o la importante disminución de las tasas de pobreza, pero también señalados fracasos, según explica Santiago Villar, investigador del CIDOB.

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