Este martes, el Consejo de Ministros aprueba su proyecto de Ley de Vivienda. Se caracteriza por su intervención del mercado, penaliza viviendas vacías, permite a las Comunidades Autónomas la regularización del alquiler, prohíbe la venta de patrimonio público residencial, prevé aumentar el parque de vivienda social, otorga a los juzgados la potestad de frenar los desahucios por impago de renta de familias vulnerables, o permite el control de precio en las zonas más tensionadas, entre otras cuestiones.
El Consejo General del Poder Judicial ya informó hace unas jornadas de los problemas jurídicos del texto si sale adelante en los mismos términos planteados por el Gobierno. Entre otras cuestiones, puede suponer una invasión en las competencias autonómicas.
Conocemos de primera mano esta nueva legislación que está encima de la mesa con Juan Antonio Gómez-Pintado, presidente de Asprima y APCEspaña.
Hablamos con Juan Antonio Gómez-Pintado, presidente de Asprima y APCEspaña, para desgranar el proyecto de Ley de Vivienda que aprueba este martes el Gobierno en Consejo de Ministros.
Pese a que el sector ha mantenido alguna reunión con el Ejecutivo para ofrecer su versión sobre el nuevo texto legislativo, la opinión manifestada parece haber caído en el olvido. "No hemos tenido mucha suerte", afirma Gómez-Pintado.
La Ley de Vivienda del Gobierno nace "muy perjudicada". Nuestro invitado capital destaca, entre otros motivos, la injerencia que supone en las competencias autonómicas. "Nos podemos encontrar con una declaración de institucionalidad en el corto plazo", motivada por el recurso ante el Tribunal Constitucional que ya plantean varias CC.AA, contrarias a su aplicación.
Control de precios en zonas tensionadas
Esta medida cuenta con ejemplos previos en otros países como Alemania, o en ciudades como Nueva York. También a nivel regional en nuestro propio país, con el caso más reciente de Cataluña. Allí, el efecto logrado fue el opuesto al deseado.
"Mientras en Cataluña los precios de la vivienda en alquiler subieron al aplicarse esa ley, en Madrid bajaron sin ninguna aplicación". La razón fue el aumento de la oferta en el mercado por las dificultades que se pusieron sobre las viviendas turísticas. Estas decidieron reconvertirse en alquiler al uso. En conclusión, "hay que facilitar que haya más oferta en el mercado para reducir los precios".
Falta de mano de obra
Si bien la subida de precios sobre las materias primas afecta con fuerza al sector inmobiliario, el principal hándicap que presenta es el envejecimiento de su tejido humano. "El ratio de edad por encima de 55 años es muy elevado". Por tanto, en una década, las jubilaciones registradas serán elevadas, sin existir un recambio generacional suficiente.
La razón de esta escasez de recursos humanos en el sector reside en una "mala política de formación profesional". Se ha de generar ese flujo de mano de obra con "urgencia" porque la situación se verá agravada próximamente con la llegada de los fondos Next Generation.