Tres de las Islas Canarias han pasado a la fase 1 del plan de desescalada debido a una menor presencia del coronavirus. Si bien van un paso por delante del resto del país, el viceconsejero de Presidencia de Canarias, Antonio Olivera, estima que recién en el mes de octubre podrán empezar a captar turistas
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Entrevista a Antonio Olivera, viceconsejero de Presidencia de Canarias.
Una reacción temprana: la clave para gestionar la crisis en Canarias
Canarias registró el primer caso que se detectó en el país el pasado 31 de enero. Fue un paciente alemán ingresado en La Gomera que dio positivo en coronavirus. Después a finales de febrero una pareja italiana alojada en un hotel de Tenerife dio positivo de COVID-19 y debieron cerrar el hotel con un millar de alojados.
Cerrar el Hotel Costa Adeje en Tenerife fue una de las decisiones más difíciles, cuenta Olivera. "Con el paso del tiempo aquello se convirtió en un caso de referencia... Vamos a conservar la imagen de destino turístico que cuando hubo que tomar decisiones difíciles lo supimos hacer", comenta.
Si bien ahora La Gomera, La Graciosa y El Hierro tienen la posibilidad de acelerar el proceso de desconfinamiento, el viceconsejero considera que hay que ser muy prudentes. "Como haya una complicación que obligue a un nuevo proceso de confinamiento, va a ser catastrófico", señala.
Olivera reconoce que "desde el ámbito de la economía hay mucha presión para acelerar los pasos". Sin embargo, pide que no se tomen medidas apresuradas porque el daño podría ser peor.
La mayor parte de los ingresos de Canarias viene gracias al turismo y estiman que recién en el mes de octubre "estarán en condiciones para captar de nuevo a los turistas". Por ello, piden que se permita extender los ERTEs hasta después de que finalice el estado de alarma.
"Necesitamos un periodo de recuperación y es clave la parte de los ERTE, vamos a tomar decisiones para agilizar trámites administrativos", concluye.
