Pavel Gómez del Castillo, Responsable Comunicación de Crédito y Caución, ha respondido a la pregunta de si es India la nueva China según los datos que aporta su último informe de inteligencia económica. La respuesta a este análisis es que todavía no, pero que probablemente lo acabe siendo.
Solo hay dos mercados a doble dígito, EEUU y China, y luego hay otro grupo con Japón, Reino Unido e India a la que le supera todavía por mucho el gigante asiático. Destaca el potencial tecnológico de India como se ha visto con su última misión a la Luna.
Las empresas de EEUU y de la UE miran con interés a este país por la seguridad que ofrece respecto a China y con varios acuerdos cerrados ya de libre comercio. "Realmente tiene muchas posibilidades de convertirse en la fábrica del mundo". El principal problema es que "tiene un largo historial proteccionista, excesiva burocracia y dificultades de logística en la primera y última milla. Por contra, destaca su atractivo demográfico con mano de obra cualificada y costes reducidos con un mercado interno en expansión.
Escucha todo lo que nos ha contado el director de comunicación de Crédito y Caución, Pavel Gómez del Castillo
Nos acompañan Emilio Herrera, presidente de Kia España; Pablo González, Electric Vehicule Product & Proposition de Arval; y Beatriz Catalá, Head of Direct, Digital & Customer Marketing de Arval.
Las claves del informe
El mercado indio registra una atención creciente por parte de las empresas de Estados Unidos y los principales mercados europeos en busca de mayor estabilidad comercial y diversificación de sus cadenas de suministro. India y la Unión Europea aspiran a cerrar un acuerdo de libre comercio en el corto plazo. El mercado asiático ya ha firmado tratados comerciales con Australia y Emiratos Árabes Unidos y están también en proyecto los de Canadá y Reino Unido.
La cantidad y calidad de las inversiones que atrae el país apuntan a que, en muchos sentidos, India se convertirá en la próxima "fábrica del mundo". En el contexto de las actuales tensiones geopolíticas, India cuenta con la ventaja de que la participación china en sus productos manufacturados es inferior al 5%: a diferencia de muchos países del Sudeste Asiático, no forma parte de una cadena de suministro centrada en China.
Como socio comercial, India ofrece crecientes atractivos estructurales y demográficos. Su población de 1.400 millones de habitantes garantiza la mano de obra cualificada, en particular orientada a la tecnología, costes relativamente bajos y un mercado interno en expansión. El país cuenta con capacidades para la fabricación y unas capacidades logísticas en desarrollo para asegurar las cadenas de suministro. Entre las notas negativas de India está su historial proteccionista, que puede restarle competitividad a la hora de atraer inversión extranjera, ciertas dificultades en la conectividad logística de primera y última milla, exceso de burocracia y lentitud en la resolución de conflictos legales o ejecución de contratos.
La Administración ha puesto en marcha la iniciativa Make in India, diseñada para impulsar la fabricación nacional, facilitar la inversión, fomentar la innovación, proteger la propiedad intelectual y construir infraestructuras. En ese marco, el Plan de Incentivos Vinculados a la Producción ofrece desde 2020 estímulos a las empresas que registren incrementos de sus ventas durante cinco años. Los sectores farmacéutico, alimentación, telecomunicaciones, electrodomésticos, automoción y componentes pueden tener un gran peso en el futuro al quedar cubiertos por el plan.
"Para aumentar la fabricación en India a gran escala y mantener la calidad, se necesitan mejores infraestructuras y mano de obra cualificada. Para atraer a todas estas fábricas y a otras empresas de componentes a invertir en India, es importante asegurarse de que las políticas sean muy sólidas. Todavía hay lagunas que deben abordarse y llevará un tiempo sustituir a China, que tiene una enorme ventaja", explica la directora de Riesgos de Atradius India, Meghna Nair.