Esta ha sido una semana que te descarga las pilas de golpe con alocuciones presidenciales, reuniones hasta las tantas, comilonas con los amigos y, por supuesto, guerra y corrupción.
Una semana que arrancó, en lo político ya estamos acostumbrados, el fin de semana. El Partido Popular, el Sevilla, se reencontraba.
Escucha el resumen semanal completo en este podcast de El Balance:
Una semana que te descarga las pilas de golpe con alocuciones presidenciales, reuniones hasta las tantas y, por supuesto, guerra y corrupción
El PP Se refundaba, como se afanó en aclarar ante el audiotorio Esteban González Pons, eurodiputado de los conservadores y encargado de montar todo el ‘tinglado’ de la carpa azul en la capital del Guadalquivir.
Una ciudad donde, parece, sí que te encuentras con tus ex… pobres los sevillanos que no les pasa como a los madrileños, que nos evitamos encontrarnos con nuestra ex por la Gran Vía por el simple hecho de ser 'de la capital'.
Y fíjense si debe ser difícil esto, lo de encontrarte con tus exparejas entre las orillas del Manzanares que Isabel Díaz Ayuso y Pablo Casado tras su ruptura tuvieron que viajar más de 500 kilómetros para volver a verse las caras. Díaz Ayuso fue al Congreso Extraordinario que, quien más quien menos, sabía que era ella la que lo había forzado.
Ayuso fue a Sevilla y no decepcionó.
Caso mascarillas (segunda parte)
Lo conocemos por voz de la Fiscalía. El asunto es este: en pandemia, el Ayuntamiento de Madrid tuvo que comprar mascarillas y el contrato público se les fue de las manos.
Anticorrupción se ha querellado esta semana contra dos supuestos empresarios (de alta cuna), los ya citados Luis Medina (hijo del Duque de Feria y Nati Abascal) y Alberto Luceño (este es un amigo suyo).
·stos dos señores, en lo peor de la pandemia, recuerden, no hace tanto por estas fechas estábamos todos metidos en casa y sin salir a la calle por miedo a un asesino silencioso… que mataba cada día a cientos y cientos de personas agonizando en las UCIS de los hospitales…
Pues en este momento, había dos hombres ingresando más de cinco millones de euros en sus cuentas bancarias en comisiones de contratos públicos con el Ayuntamiento de Madrid que se gastaron posteriormente en coches de lujo, en relojes, en un yate, en una casa en Pozuelo de Alarcón (en Madrid) con tres plazas de garaje (en algún sitio había que resguardar tanto coche que en la calle hay mucho ladrón de guante blanco).
Al Ayuntamiento se le vendieron un millón de mascarillas KN95, las FFP2, para que nos entendamos, por seis millones seiscientos mil dólares, cuando el precio real era de 2 millones de dólares. Un 148% más de lo que valía en el mercado. Luego, no hartos de delinquir, le metieron a Martínez-Almeida una nueva comisión por los test del 71% y con los guantes colaron otra de un 81%.
El material era malo. Ni un tercio de los test valían y los guantes se deshacían, nunca mejor dicho, en las manos. Claro, a todo esto, el banco se mosqueó. Les preguntó que de dónde venía el dinero y ellos le entregaron, oh sorpresa, un documento falso.
Trabajando sin descanso
Mientras, en el Congreso de los Diputados esta semana han estados sus señorías que no han parado.
Primero, el miércoles, por Volodímir Zelensky, presidente de Ucrania que después de haber hecho gira por medio mundo ha acabado en la Cámara Baja evocando a Gernika en 1937 para tocar “la patata” de los diputados y la sociedad española a cuenta de la guerra en Ucrania.
Sin embargo, Zelensky no fue el único protagonista de esta velada. De forma indirecta su traductora simultánea, Svitlana, saltó a la primera plana de la noticia. La mujer llamó la atención de los espectadores por cómo expresaba en español el mensaje del mandatario ucraniano, algo que causó mucho revuelo convirtiéndola en un fenómeno viral.
Porque aquí, en España, enseguida defenestramos. Miren sino al Partido Popular. Habló Zelensky de que los tanques rusos que están conteniendo los ucranianos en su país no solo vienen con la intención de dibujar el futuro de esta zona del mundo sino también de toda Europa; el destino, decía, de los valores que nos unen, de la democracia y los derechos humanos.
Pero volviendo al caso de la traductora, Svitlana. En Twitter se la calificó de “agente rusa infiltrada”. Ella, este jueves, rompía su silencio.
"Un hito en su carrera", así calificaba su intervención (desde el anonimato) ante toda España (y, posiblemente, parte del mundo). Y Zelensky hablaba para España minutos después de hacerlo ante Naciones Unidas (por cierto, que ha echado a Rusia de su Consejo de Derechos Humanos). Allí hablaba de matanzas indiscriminadas por unas tropas rusas...
Corrupción en Reino Unido
Rishi Sunak, ministro de Hacienda del Reino Unido ha estado esta semana dando explicaciones. Akshata Murthy, su multimillonaria mujer es la razón. Está acusada de eludir impuestos, aprovechando un agujero en la ley británica.
The Independent reveló este miércoles que Murthy, miembro de la familia india fundadora de la compañía Infosys, cuya riqueza está valorada en 3.500 millones de libras, ha usado el llamado mecanismo de "no-domiciliación" para no pagar impuestos por todos los ingresos que recibe desde fuera del Reino Unido.