"Los gobiernos locales deben mejorar de inmediato las condiciones deplorables que los trabajadores migrantes estacionales sufren", dijo Olivier De Schutter, Relator Especial de la ONU sobre pobreza extrema y derechos humanos en relación a los barrios de chabolas donde viven los trabajadores que cultivan fresa en España.
En la última semana, tres incendios en los asentamientos informales de los municipios de Lepe y Lucena del Puerto, en la provincia meridional de Huelva, han destruido la única opción de alojamiento para los trabajadores estacionales cuando llegan a España. Según el experto de la ONU, los gobiernos locales han ignorado hasta ahora a las más de 170 personas que se han quedado a la intemperie. "Algunos han perdido sus papeles y pertenencias y son aún más vulnerables", ha añadido.
Según el experto, estos incidentes reflejan "la urgente necesidad de regularizar las condiciones de trabajo" de estos colectivos.
En junio, el Relator Especial instó a las autoridades a que velaran para que se garantizara a los trabajadores migrantes unas condiciones, incluido el acceso a una atención sanitaria adecuada, que cumplieran las normas internacionales. Un mes después, la situación se deteriora de manera alarmante cada día, empeorando en medio de la pandemia de COVID-19, señala la ONU en una nota de prensa.
"Esta realidad de incendios y condiciones inhumanas en los barrios de chabolas no puede ser tolerada por más tiempo", dijo el experto. "Los gobiernos locales han permanecido en silencio durante demasiado tiempo y necesitan dar ahora una respuesta oportuna y adecuada", concluye.