El impacto del Brexit puede ser terrible para Gran Bretaña y Europa, pero ¿Qué consecuencias tendrá para España? ¿Cómo afectará a la economía española?

España es la octava economía que más sufriría con el Brexit según un informe de SP. El estudio tiene en cuenta aspectos como las exportaciones, la inmigración, la inversión directa y el sector financiero del resto de países europeos.

En el caso de España, un cambio de las relaciones con Reino Unido provocaría en peligro la fuerte inversión en suelo británico de sectores como la banca con empresas como Santander, BBVA y Sabadell y las telecomunicaciones, con Telefónica.

Pero además, una salida de Reino Unido de la Unión Europea provocaría turbulencias en los mercados. A corto y medio plazo, esos movimientos en los parqués se plasmarían en una caída de la libra esterlina. Esta depreciación restaría poder adquisitivo a los británicos y por consecuente, afectaría al sector inmobiliario español.

Otro afectado sería el turismo. El 20% del turismo español procede de Reino Unido, y éste dejaría de ver a España como un destino barato al devaluar su moneda.

En cuanto a las relaciones comerciales, la salida británica del Mercado Único traería consigo la necesidad de negociar un nuevo acuerdo comercial, que podría tardar en firmarse e implicaría aranceles. Esto encarecería los productos españoles allí y, por tanto, dificultaría las exportaciones.

El ministro de Economía y Competitividad en funciones, Luis De Guindos, señala que el Brexit además del impacto económico crearía un efecto dominó que avivaría los movimientos populistas tanto en España como en el resto de Europa.

Por su parte, el ministro de Asuntos Exteriores y Cooperación en funciones, José Manuel García Margallo, lo tiene muy claro: pase lo que pase, más Europa.

A medio y largo plazo, la consecuencia económica más evidente sería la imposición del permiso de trabajo para los expatriados españoles allí ubicados, que actualmente, son alrededor de 200.000.

Pero aun no se conoce las consecuencias exactas para los comunitarios que viven en el país. De momento, Reino Unido podría estar dos años en un limbo hasta que se definiera su nuevo estatus. La necesidad de visados, el derecho al Sistema Nacional de Salud y las pensiones de los españoles que han trabajado en Reino Unido, son cuestiones que abordar tras este “si” al Brexit.